Departamento de Liturgia del Arzobispado de Santiago
 
 
 
Eucaristía del Lunes 03 de Diciembre de 2018
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Lunes de la primera semana de Adviento
San Francisco Javier, presbítero
Memoria obligatoria
Color: blanco

Francisco Javier nacido en Navarra (1506-1552) fue uno de los primeros compañeros de Ignacio de Loyola. Designado para la misión de las Indias portuguesas, anunció a Cristo en la India, Ceilán, Malucas y Japón. Murió a las puertas de China, ardiendo de pasión por la gloria de Dios y la salvación de los hombres, pasión que hubiera querido comunicar a todos los cristianos.

Antífona de entrada:           Sal 17, 50; 2l, 23

Te alabaré entre las naciones, Señor, y anunciaré tu Nombre a mis hermanos.

ORACIÓN COLECTA

Señor y Dios nuestro, que adquiriste para ti numerosos pueblos por la predicación de san Francisco Javier, concédenos su mismo ardor para difundir la fe, y que la santa Iglesia se alegre de ver crecer, en todas partes, el número de sus hijos. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.


PRIMERA LECTURA

El Señor reúne a todas las naciones en la paz eterna del reino de Dios.

Lectura del libro de Isaías   2, 1-5

Palabra que Isaías, hijo de Amós, recibió en una visión, acerca de Judá y de Jerusalén:

Sucederá al fin de los tiempos, que la montaña de la Casa del Señor será afianzada sobre la cumbre de las montañas y se elevará por encima de las colinas. Todas las naciones afluirán hacia ella y acudirán pueblos numerosos, que dirán: “¡Vengan, subamos a la montaña del Señor, a la Casa del Dios de Jacob!

El nos instruirá en sus caminos y caminaremos por sus sendas”.

Porque de Sión saldrá la Ley y de Jerusalén, la palabra del Señor. Él será juez entre las naciones y árbitro de pueblos numerosos.

Con sus espadas forjarán arados y podaderas con sus lanzas.

No levantará la espada una nación contra otra ni se adiestrarán más para la guerra.

¡Ven, casa de Jacob, y caminemos a la luz del Señor!

SALMO RESPONSORIAL    121, 1-2. 4-9

R/. ¡Vamos con alegría a la Casa del Señor!

¡Qué alegría cuando me dijeron: “Vamos a la Casa del Señor”! Nuestros pies ya están pisando tus umbrales, Jerusalén.

Allí suben las tribus, las tribus del Señor, según es norma en Israel, para celebrar el Nombre del Señor. Porque allí está el trono de la justicia, el trono de la casa de David.

Auguren la paz a Jerusalén: “¡Vivan seguros los que te aman! ¡Haya paz en tus muros y seguridad en tus palacios!”

Por amor a mis hermanos y amigos, diré: “La paz esté contigo”. Por amor a la Casa del Señor, nuestro Dios, buscaré tu felicidad.

ACLAMACIÓN AL EVANGELIO     Sal 79, 4

Aleluya.

¡Restáuranos, Señor de los ejércitos, que brille tu rostro y seremos salvados! Aleluya.

EVANGELIO

Muchos vendrán de Oriente y de Occidente para el Reino de Dios.

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo    8, 5-11

Al entrar Jesús en Cafarnaúm, se le acercó un centurión, rogándole: “Señor, mi sirviente está en casa enfermo de parálisis y sufre terriblemente”. Jesús le dijo: “Yo mismo iré a sanarlo”.

Pero el centurión respondió: “Señor, no soy digno de que entres en mi casa; basta que digas una palabra y mi sirviente se sanará. Porque cuando yo, que no soy más que un oficial subalterno, digo a uno de los soldados que están a mis órdenes: “Ve”, él va, y a otro: “Ven”, él viene; y cuando digo a mi sirviente: “Tienes que hacer esto”, él lo hace”.

Al oírlo, Jesús quedó admirado y dijo a los que lo seguían: “Les aseguro que no he encontrado a nadie en Israel que tenga tanta fe. Por eso les digo que muchos vendrán de Oriente y de Occidente, y se sentarán a la mesa con Abraham, Isaac y Jacob, en el Reino de los Cielos”.


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Recibe, Señor, los dones que te presentamos en la festividad de san Francisco Javier, y, así como él partió a continentes lejanos impulsado por el deseo de salvar a los hombres, concédenos que también nosotros, dando testimonio del EVANGELIO, caminemos hacia ti junto con nuestros hermanos. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Antífona de comunión         Cf. Mt 10, 27

Lo que yo les digo en la oscuridad, repítanlo en pleno día, dice el Señor; y lo que escuchen al oído, proclámenlo desde lo alto de las casas.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

El sacramento recibido, Padre, encienda en nosotros la caridad que movió a san Francisco Javier por la salvación de todos los hombres, para que, viviendo más dignamente nuestra vocación, alcancemos con él la recompensa prometida a los servidores fieles. Por Jesucristo, nuestro Señor.


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