Departamento de Liturgia del Arzobispado de Santiago
 
 
 
Eucaristía del Miércoles 12 de Diciembre de 2018
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Miércoles de la segunda semana de Adviento
Nuestra Señora de Guadalupe Patrona de América
Fiesta
Color: blanco

El 12 de diciembre de 1531 el indígena Juan Diego se presenta al obispo, Fray Juan de Zumárraga, dejando caer a sus pies frescas rosas de Castilla llevadas en su tilma, en la cual quedó estampada la imagen de la Virgen. Este fue el signo de veracidad, solicitado por el obispo ante el requerimiento de la Virgen de construir un templo en el lugar donde se le había aparecido a Juan Diego, el cerro Tepeyac (México). Pío X la proclamó como “Patrona de toda América Latina” y Juan XXIII “la Madre de las Américas”.

Antífona de entrada             Ap 12, 1

Una gran señal apareció en el cielo: una mujer, vestida de sol, con la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas sobre su cabeza.

Gloria.

ORACIÓN COLECTA

Dios y Padre de misericordia, que has puesto a tu pueblo bajo la especial protección de la santísima Madre de tu Hijo, concede, a cuantos invocan a la Virgen de Guadalupe, procurar con fe diligente el progreso de los pueblos por el camino de la justicia y de la paz. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.


PRIMERA LECTURA

Miren, la virgen está embarazada.

Lectura del libro de Isaías   7, 10-14; 8, 10

El Señor habló a Ajaz en estos términos:

“Pide para ti un signo de parte del Señor, en lo profundo del Abismo, o arriba, en las alturas”.

Pero Ajaz respondió:

“No lo pediré ni tentaré al Señor”.

Isaías dijo:

“Escuchen, entonces, casa de David: ¿Acaso no les basta cansar a los hombres, que cansan también a mi Dios? Por eso el Señor mismo les dará un signo. Miren, la virgen está embarazada y dará a luz un hijo, y lo llamará con el nombre de Emanuel, que significa Dios está con nosotros”.

SALMO RESPONSORIAL  66, 2-3. 5. 7-8

R/. ¡Qué todos los pueblos te den gracias, Señor!

El Señor tenga piedad y nos bendiga, haga brillar su rostro sobre nosotros, para que en la tierra se reconozca su dominio, y su victoria entre las naciones.

Que todos los pueblos te den gracias. Que canten de alegría las naciones, porque gobiernas a los pueblos con justicia y guías a las naciones de la tierra.

La tierra ha dado su fruto: el Señor, nuestro Dios, nos bendice. Que Dios nos bendiga, y lo teman todos los confines de la tierra.

ACLAMACIÓN AL EVANGELIO   Lc  1, 46b-47

Aleluya

“Mi alma canta la grandeza del Señor, y mi espíritu se estremece de gozo en Dios, mi Salvador”. Aleluya.

EVANGELIO

Feliz de ti por haber creído.

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas  1, 39-48

María partió y fue sin demora a un pueblo de la montaña de Judá. Entró en la casa de Zacarías y saludó a Isabel. Apenas esta oyó el saludo de María, el niño saltó de alegría en su vientre, e Isabel, llena del Espíritu Santo, exclamó:

“¡Tu eres bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a visitarme? Apenas oí tu saludo, el niño saltó de alegría en mi vientre. Feliz de ti por haber creído que se cumplirá lo que te fue anunciado de parte del Señor”.

María dijo entonces:

“Mi alma canta la grandeza del Señor, y mi espíritu se estremece de gozo en Dios, mi salvador, porque Él miró con bondad la pequeñez de su servidora. En adelante todas las generaciones me llamarán feliz”.

Credo


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Acepta, Señor, los dones que te presentamos en la fiesta de nuestra Señora de Guadalupe, y concédenos que este sacrificio nos dé la fuerza para cumplir tus mandamientos. Por Jesucristo, nuestro Señor.

PREFACIO

En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación, Señor, Padre santo, reconocer tu grandeza en la perfección de los santos, y proclamar especialmente tu inmensa bondad al conmemorar a la santísima Virgen María.

Al celebrarla hoy, en su advocación de nuestra Señora de Guadalupe, queremos exaltar tu generosidad inspirados en su propio cántico, porque tú realizaste grandes cosas en el mundo y diste pruebas de tu infinita misericordia cuando miraste la pequeñez de tu servidora, y por medio de ella, nos diste al autor de nuestra salvación, Jesucristo, tu Hijo y nuestro Señor.

Por él, adoran tu grandeza todos los ángeles que se alegran en tu presencia. Permítenos unirnos a sus voces cantando con el mismo entusiasmo:

Santo, Santo, Santo …

Antífona de comunión Cf. Sal 147, 20

A ningún otro pueblo trató así el Señor, ni le dio a conocer sus mandamientos.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Padre, que el Cuerpo y la Sangre de tu Hijo recibidos en este sacramento nos ayuden a reconocernos y amarnos como verdaderos hermanos, por la intercesión de nuestra santísima Madre de Guadalupe. Por Jesucristo, nuestro Señor.


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