Departamento de Liturgia del Arzobispado de Santiago
 
 
 
Eucaristía del Sábado 23 de Febrero de 2019
- A
+ A

Sábado de la sexta semana del tiempo ordinario
San Policarpo, Obispo y Mártir
Memoria obligatoria
Color: rojo

Discípulo de san Juan, el obispo Policarpo es el último testigo de la época apostólica. Murió quemado en el anfiteatro de la ciudad de Esmirna, dando gracias a Dios por haberle concedido “ser contado entre el número de los mártires, participar del cáliz de Cristo y, por el Espíritu Santo, ser destinado a la resurrección de la vida eterna”. Era el 23 de febrero de 155. Tenía 96 años.

Antífona de entrada

Este santo combatió hasta la muerte en defensa de la ley de Dios y no temió las amenazas de los impíos: estaba arraigado sobre roca firme.

ORACIÓN COLECTA

Dios y Señor de todo lo creado, que asociaste al obispo san Policarpo al número de los mártires, concédenos, por su intercesión, que participando con él en la pasión de Cristo resucitemos por el Espíritu Santo para la vida eterna. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.


PRIMERA LECTURA

Por la fe, comprendemos que la Palabra de Dios formó el mundo.

Lectura de la carta a los Hebreos    11, 1-7

Hermanos:

La fe es la garantía de los bienes que se esperan, la plena certeza de las realidades que no se ven. Por ella nuestros antepasados fueron considerados dignos de aprobación.

Por la fe, comprendemos que la Palabra de Dios formó el mundo, de manera que lo visible proviene de lo invisible.

Por la fe, Abel ofreció a Dios un sacrificio superior al de Caín, y por eso fue reconocido como justo, y así lo atestiguó el mismo Dios al aceptar sus dones. Y por esa misma fe, él continúa hablando, aún después de su muerte.

Por la fe, Henoc fue llevado al cielo sin pasar por la muerte. "Nadie pudo encontrarlo porque Dios se lo llevó", y de él atestigua la Escritura que antes de ser llevado "fue agradable a Dios". Ahora bien, sin la fe es imposible agradar a Dios, porque aquél que se acerca a Dios debe creer que Él existe y es el justo remunerador de los que lo buscan.

Por la fe, Noé, al ser advertido por Dios acerca de lo que aún no se veía, animado de santo temor, construyó un arca para salvar a su familia. Así, por esa misma fe, condenó al mundo y heredó la justicia que viene de la fe.

SALMO RESPONSORIAL    144, 2-6. 10-11

R/. ¡Bendeciré tu Nombre por siempre, Señor!

Día tras día te bendeciré, y alabaré tu Nombre sin cesar. ¡Grande es el Señor y muy digno de alabanza: su grandeza es insondable!

Cada generación celebra tus acciones y le anuncia a las otras tus portentos, ellas publican tus tremendos prodigios y narran tus grandes proezas.

Que todas tus obras te den gracias, Señor, y tus fieles te bendigan; que anuncien la gloria de tu reino y proclamen tu poder.

ACLAMACIÓN AL EVANGELIO      Cf. Mc 9, 7

Aleluya.

Los cielos se abrieron y se oyó la voz del Padre: “Éste es mi Hijo muy querido, escúchenlo”. Aleluya.

EVANGELIO

Se transfiguró en presencia de ellos.

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos     9, 2-13

Jesús tomó a Pedro, Santiago y Juan, y los llevó a ellos solos a un monte elevado. Allí se transfiguró en presencia de ellos. Sus vestiduras se volvieron resplandecientes, tan blancas como nadie en el mundo podría blanquearlas. Y se les aparecieron Elías y Moisés, conversando con Jesús.

Pedro dijo a Jesús: “Maestro, ¡qué bien estamos aquí! Hagamos tres carpas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías”. Pedro no sabía qué decir, porque estaban llenos de temor.

Entonces una nube los cubrió con su sombra, y salió de ella una voz: “Éste es mi Hijo muy querido, escúchenlo”. De pronto miraron a su alrededor y no vieron a nadie, sino a Jesús solo con ellos.

Mientras bajaban del monte, Jesús les prohibió contar lo que habían visto, hasta que el Hijo del hombre resucitara de entre los muertos. Ellos cumplieron esta orden, pero se preguntaban qué significaría “resucitar de entre los muertos”.

Y le hicieron esta pregunta: “¿Por qué dicen los escribas que antes debe venir Elías?”

Jesús les respondió: “Sí, Elías debe venir antes para restablecer el orden en todo. Pero, ¿no dice la Escritura que el Hijo del hombre debe sufrir mucho y ser despreciado? Les aseguro que Elías ya ha venido e hicieron con él lo que quisieron, como estaba escrito”.


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Santifica con tu bendición estos dones que te ofrecemos, Señor, y, por ellos, enciende en nosotros la llama de aquel amor por el cual san Policarpo venció los tormentos del martirio. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Antífona de comunión         Cf. Mt 16, 24

Dice el Señor: el que quiera seguirme, que renuncie a sí mismo, tome su cruz y me siga.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Señor nuestro, que los sacramentos recibidos nos concedan aquella fortaleza que dio a tu mártir san Policarpo la fidelidad en tu servicio y la victoria en su pasión. Por Jesucristo, nuestro Señor.


  • Catedral 1063, local 503, Santiago

    Teléfonos: +56 2 3278 0733 - +56 2 3278 0734

    Desarrollado por Iglesia.cl