Departamento de Liturgia del Arzobispado de Santiago
 
 
 
Eucaristía del Jueves 20 de Junio de 2019
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Jueves de la undécima semana del tiempo ordinario
Jesucristo, Sumo y  Eterno Sacerdote
Fiesta
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Esta celebración fue instituida por el Papa Pío XI como Misa votiva, en su encíclica “Ad catholici sacerdotii” promulgada el 20 de diciembre de 1935. Luego pasó a tener categoría de fiesta. Conmemora el sacerdocio de Jesucristo del cual participan los miembros del clero, como ministros y servidores del pueblo de Dios, a ejemplo de Nuestro Señor.

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Antífona de entrada Cf. Sal 105, 47

Sálvanos, Señor y Dios nuestro, congréganos de entre las naciones, para que podamos dar gracias a tu santo nombre y gloriarnos en tu alabanza.

ORACIÓN COLECTA

Señor y Dios nuestro, concédenos honrarte con todo el corazón y amar a todos con amor verdadero. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.


PRIMERA LECTURA

Les anuncié gratuitamente el Evangelio de Dios.

Lectura de la segunda carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Corinto   11, 1-11

Hermanos:

¡Ojalá quisieran tolerar un poco de locura de mi parte! De hecho, ya me toleran. Yo estoy celoso de ustedes con el celo de Dios, porque los he unido al único Esposo, Cristo, para presentarlos a Él como una virgen pura. Pero temo que, así como la serpiente, con su astucia, sedujo a Eva, también ustedes se dejen corromper interiormente, apartándose de la sinceridad debida a Cristo.

Si alguien viniera a predicarles otro Jesucristo, diferente del que nosotros hemos predicado, o si recibieran un Espíritu distinto del que han recibido, u otro Evangelio diverso del que han aceptado, ¡ciertamente lo tolerarían! Yo pienso, sin embargo, que no soy inferior a ésos que se consideran “apóstoles por excelencia”. Porque, aunque no soy más que un profano en cuanto a la elocuencia, no lo soy en cuanto al conocimiento; y esto lo he demostrado en todo y delante de todos.

¿Acaso procedí mal al anunciarles gratuitamente la Buena Noticia de Dios, humillándome a mí mismo para elevarlos a ustedes? Yo he despojado a otras Iglesias, aceptando su ayuda, para poder servirlos a ustedes. Y cuando estaba entre ustedes, aunque me encontré necesitado, no fui gravoso para nadie, porque los hermanos que habían venido de Macedonia me proveyeron de lo que necesitaba. Siempre evité serles una carga, y así lo haré siempre.

Les aseguro por la verdad de Cristo que reside en mí, que yo no quiero perder este motivo de orgullo en la región de Acaya. ¿Será acaso porque no los amo?  Dios lo sabe.

SALMO RESPONSORIAL   110, 1-4. 7-8

R/. ¡Tus obras son verdad y justicia, Señor!

Doy gracias al Señor de todo corazón, en la reunión y en la asamblea de los justos.  Grandes son las obras del Señor: los que las aman desean comprenderlas.

Su obra es esplendor y majestad, su justicia permanece para siempre. Él hizo portentos memorables, el Señor es bondadoso y compasivo.

Las obras de sus manos son verdad y justicia; todos sus preceptos son indefectibles: están afianzados para siempre y establecidos con lealtad y rectitud.

ACLAMACIÓN AL EVANGELIO      Rom 8, 15bc

Aleluya.

Han recibido el espíritu de hijos adoptivos, que nos hace llamar a Dios ¡Abbá!, es decir, ¡Padre! Aleluya.

EVANGELIO

Ustedes oren de esta manera.

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo   6, 7-15

Jesús dijo a sus discípulos:

Cuando oren, no hablen mucho, como hacen los paganos: ellos creen que por mucho hablar serán escuchados. No hagan como ellos, porque el Padre que está en el cielo sabe bien qué es lo que les hace falta, antes de que se lo pidan.

Ustedes oren de esta manera:

Padre nuestro,

que estás en el cielo,

santificado sea tu Nombre, que venga tu Reino,

que se haga tu voluntad

en la tierra como en el cielo.

Danos hoy nuestro pan de cada día.

Perdona nuestras ofensas,

como nosotros perdonamos a los que nos han ofendido.

No nos dejes caer en la tentación, sino líbranos del mal.

Si perdonan sus faltas a los demás, el Padre que está en el cielo también los perdonará a ustedes. Pero si no perdonan a los demás, tampoco el Padre los perdonará a ustedes.


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Presentamos ante tu altar, Señor, los dones de nuestra entrega; te rogamos que los aceptes con bondad y los conviertas en el sacramento de nuestra redención. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Antífona de comunión         Sal 30, 17-18

Que brille tu rostro sobre tu servidor, sálvame por tu misericordia. Señor, que no me avergüence de haberte invocado.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Alimentados con el don de nuestra redención, te pedimos, Padre, que con este auxilio de salvación eterna se acreciente siempre en nosotros la verdadera fe. Por Jesucristo, nuestro Señor.


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