Departamento de Liturgia del Arzobispado de Santiago
 
 
 
Eucaristía del Jueves 27 de Junio de 2019
- A
+ A

Jueves de la duodécima semana del tiempo ordinario
San Cirilo de Alejandría, obispo y doctor de la Iglesia
Memoria libre
Color: blanco

El nombre de Cirilo, obispo de Alejandría (370-444) aparece particularmente asociado al Concilio de Éfeso que presidió y donde hizo condenar a Nestorio, que negaba a María el título de “theotokós” (Madre de Dios).

Cirilo no fue un hombre fácil, pero en el recuerdo de la posteridad permanece como el “invencible defensor” y el lleno de lirismo cantor de la maternidad divina de María.

Antífona de entrada Cf. Eclo 15, 5

El Señor lo colmó del espíritu de sabiduría y de inteligencia, y lo revistió de su gloria, para que anunciara su palabra en medio de la Iglesia.

ORACIÓN COLECTA

Dios nuestro, que hiciste del obispo san Cirilo de Alejandría un invencible defensor de la maternidad divina de la Virgen María, concede a quienes la reconocemos como verdadera Madre de Dios, ser salvados por la encamación de tu Hijo Jesucristo. Que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.


PRIMERA LECTURA

Agar dio a Abrám un hijo, y Abrám lo llamó Ismael.

Lectura del libro del Génesis   16, 1-12. 15-16

Sarai, la esposa de Abrám, no le había dado ningún hijo. Pero ella tenía una esclava egipcia llamada Agar. Sarai dijo a Abrám: “Ya que el Señor me impide ser madre, únete a mi esclava. Tal vez por medio de ella podré tener hijos”. Y Abrám accedió al deseo de Sarai.

Ya hacía diez años que Abrám vivía en Canaán, cuando Sarai, su esposa, le dio como mujer a Agar, la esclava egipcia. Él se unió con Agar, y ella concibió un hijo. Al ver que estaba embarazada, comenzó a mirar con desprecio a su dueña.

Entonces Sarai dijo a Abrám: “Que mi afrenta recaiga sobre ti. Yo misma te entregué a mi esclava, y ahora, al ver que está embarazada, ella me mira con desprecio. El Señor sea nuestro juez, el tuyo y el mío”.

Abrám respondió a Sarai: “Puedes disponer de tu esclava. Trátala como mejor te parezca”.

Entonces Sarai la humilló de tal manera, que ella huyó de su presencia.

El Ángel del Señor la encontró en el desierto, junto a un manantial -la fuente que está en el camino a Sur- y le preguntó: “Agar, esclava de Sarai, ¿de dónde vienes y adónde vas?” “Estoy huyendo de Sarai, mi dueña”, le respondió ella.

Pero el Ángel del Señor le dijo: “Vuelve con tu dueña y permanece sometida a ella”.  Luego añadió: “Yo multiplicaré de tal manera el número de tus descendientes, que nadie podrá contarlos”. Y el Ángel del Señor le siguió diciendo: “Tú has concebido y darás a luz un hijo, al que llamarás Ismael, porque el Señor ha escuchado tu aflicción. Más que un hombre, será un asno salvaje: alzará su mano contra todos y todos la alzarán contra él; y vivirá enfrentado a todos sus hermanos”.

Después Agar dio a Abrám un hijo, y Abrám lo llamó Ismael.

Cuando Agar lo hizo padre de Ismael, Abrám tenía ochenta y seis años.

SALMO RESPONSORIAL   105, 1-5

R/. ¡Den gracias al Señor porque es bueno!

¡Den gracias al Señor porque es bueno, porque es eterno su amor! ¿Quién puede hablar de las proezas del Señor y proclamar todas sus alabanzas?

¡Felices los que proceden con rectitud, los que practican la justicia en todo tiempo!  Acuérdate de mí, Señor, por el amor que tienes a tu pueblo.

Visítame con tu salvación, para que vea la felicidad de tus elegidos, para que me alegre con la alegría de tu nación y me gloríe con el pueblo de tu herencia.

ACLAMACIÓN AL EVANGELIO   Jn 14, 23

Aleluya.

“El que me ama será fiel a mi palabra, y mi Padre lo amará e iremos a él”, dice el Señor. Aleluya.

EVANGELIO

La casa edificada sobre roca y la casa edificada sobre arena.

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo    7, 21-29

Jesús dijo a sus discípulos:

“No son los que me dicen: “Señor, Señor”, los que entrarán en el Reino de los Cielos, sino los que cumplen la voluntad de mi Padre que está en el cielo.

Muchos me dirán en aquel día: “Señor, Señor, ¿acaso no profetizamos en tu Nombre? ¿No expulsamos a los demonios e hicimos muchos milagros en tu Nombre?”

Entonces Yo les manifestaré: “Jamás los conocí; apártense de mí, ustedes, los que hacen el mal”.

Así, todo el que escucha las palabras que acabo de decir y las pone en práctica puede compararse a un hombre sensato que edificó su casa sobre roca. Cayeron las lluvias, se precipitaron los torrentes, soplaron los vientos y sacudieron la casa; pero ésta no se derrumbó, porque estaba construida sobre roca.

Al contrario, el que escucha mis palabras y no las practica puede compararse a un hombre insensato, que edificó su casa sobre arena. Cayeron las lluvias, se precipitaron los torrentes, soplaron los vientos y sacudieron la casa: ésta se derrumbó, y su ruina fue grande”.

Cuando Jesús terminó de decir estas palabras, la multitud estaba asombrada de su enseñanza, porque Él les enseñaba como quien tiene autoridad y no como sus escribas.


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Dios todopoderoso, recibe con agrado este sacrificio que te ofrecemos en la fiesta de san Cirilo; que sus enseñanzas nos impulsen a alabarte con todo nuestro ser. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Antífona de comunión:        Cf. Lc 12, 42

Éste es el administrador fiel y previsor, a quien el Señor ha puesto al frente de su casa para distribuir la ración de trigo en el momento oportuno.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Te pedimos, Padre, que a tus hijos alimentados con Cristo, Pan de vida, también los instruyas por Cristo, verdadero Maestro, para que, en la fiesta de san Cirilo, reciban tu verdad y la realicen en el amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.


  • Catedral 1063, local 503, Santiago

    Teléfonos: +56 2 3278 0733 - +56 2 3278 0734

    Desarrollado por Iglesia.cl