Departamento de Liturgia del Arzobispado de Santiago
 
 
 
Eucaristía del Miércoles 24 de Julio de 2019
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Miércoles de la decimosexta semana del tiempo ordinario
San Charbel Makhlüf, presbítero
Memoria libre
Color: blanco

José Makhlüf nació en 1828 en el seno de una familia campesina del Líbano. Su vocación se inicia con la vida monástica. Al ingresar al noviciado, escoge “Charbel” como nombre de consagración. Como sacerdote de la Orden Maronita, tuvo una vida ejemplar de oración y apostolado. En 1875 recibe autorización para la vida ermitaña. Con una gran austeridad, se dedicó a la oración y la penitencia. Murió el 24 de diciembre de 1898.

Al beatificarlo durante la clausura del Concilio Vaticano II, Pablo VI dijo: “Un ermitaño de la montaña libanesa está inscripto en el número de los bienaventurados… Un nuevo miembro de santidad monástica enriquece con su ejemplo e intercesión a todo el pueblo cristiano. Él puede hacernos entender, en un mundo fascinado por las comodidades y la riqueza, el gran valor de la pobreza, de la penitencia y del ascetismo, para liberar el alma en su ascensión a Dios”.

Antífona de entrada

El Señor bendecirá a los hermanos que, unidos, glorifican a Dios.

ORACIÓN COLECTA

Dios nuestro, que llamaste al presbítero san Charbel, al combate espiritual en la soledad del desierto y lo enriqueciste con un amor generoso y compasivo, concédenos imitar la pasión del Señor y alcanzar su reino. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.


PRIMERA LECTURA

Yo haré caer pan para ustedes desde lo alto del cielo.

Lectura del libro del Éxodo    16, 1-5. 9-15

Los israelitas partieron de Elím, y el día quince del segundo mes después de su salida de Egipto, toda la comunidad de los israelitas llegó al desierto de Sin, que está entre Elím y el Sinaí.

En el desierto, los israelitas comenzaron a protestar contra Moisés y Aarón. “Ojalá el Señor nos hubiera hecho morir en Egipto, les decían, cuando nos sentábamos delante de las ollas de carne y comíamos pan hasta saciarnos. Porque ustedes nos han traído a este desierto para matar de hambre a toda esta asamblea”.

Entonces el Señor dijo a Moisés: “Yo haré caer pan para ustedes desde lo alto del cielo, y el pueblo saldrá cada día a recoger su ración diaria. Así los pondré a prueba, para ver si caminan o no de acuerdo con mi ley. El sexto día de la semana, cuando preparen lo que hayan juntado, tendrán el doble de lo que recojan cada día”.

Moisés dijo a Aarón: “Da esta orden a toda la comunidad de los israelitas: "Preséntense ante el Señor, porque Él ha escuchado sus protestas””. Mientras Aarón les estaba hablando, ellos vieron su mirada hacia el desierto, y la gloria del Señor se apareció en la nube. Y el Señor dijo a Moisés: “Yo escuché las protestas de los israelitas. Por eso, háblales en estos términos: "A la hora del crepúsculo ustedes comerán carne, y por la mañana se hartarán de pan. Así sabrán que Yo, el Señor, soy su Dios””.

Efectivamente, aquella misma tarde se levantó una bandada de codornices que cubrieron el campamento; y a la mañana siguiente había una capa de rocío alrededor de él. Cuando ésta se disipó, apareció sobre la superficie del desierto una cosa tenue y granulada, fina como la escarcha sobre la tierra. Al verla, los israelitas se preguntaron unos a otros: “¿Qué es esto?” Porque no sabían lo que era.  Entonces Moisés les explicó: “Éste es el pan que el Señor les ha dado como alimento”.

SALMO RESPONSORIAL   77, 18-19. 23-28

R/. El Señor les dio un alimento celestial

Los israelitas tentaron a Dios en sus corazones, pidiendo comida a su antojo.

Hablaron contra Dios, diciendo: “¿Acaso tiene Dios poder suficiente para preparar una mesa en el desierto?”

Entonces mandó a las nubes en lo alto y abrió las compuertas del cielo: hizo llover sobre ellos el maná, les dio como alimento un trigo celestial.

Todos comieron un pan de ángeles, les dio comida hasta saciarlos. Hizo soplar desde el cielo el viento del este, atrajo con su poder el viento del sur.

Hizo llover sobre ellos carne como polvo y pájaros como arena del mar: los dejó caer en medio del campamento, alrededor de sus carpas.

ACLAMACIÓN AL EVANGELIO

Aleluya.

La semilla es la palabra de Dios, el sembrador es Cristo; el que lo encuentra permanece para siempre. Aleluya.

EVANGELIO

Dieron fruto centuplicado.

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo    13, 1-9

Jesús salió de la casa y se sentó a orillas del mar. Una gran multitud se reunió junto a Él, de manera que debió subir a una barca y sentarse en ella, mientras la multitud permanecía en la costa. Entonces Él les habló extensamente por medio de parábolas. Les decía: “El sembrador salió a sembrar. Al esparcir semillas, algunas cayeron al borde del camino y los pájaros las comieron. Otras cayeron en terreno pedregoso, donde no había mucha tierra, y brotaron en seguida, porque la tierra era poco profunda; pero cuando salió el sol, se quemaron y, por falta de raíz, se secaron. Otras cayeron entre espinas, y éstas, al crecer, las ahogaron. Otras cayeron en tierra buena y dieron fruto: unas cien, otras sesenta, otras treinta.

¡El que tenga oídos, que oiga!”


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Acepta, Señor, los dones que te ofrecemos por la salvación de tu pueblo, y concédenos, por la intercesión de san Charbel, la gracia de apartarnos de toda ocasión de pecado y de llegar a formar parte de la asamblea de los santos. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Antífona de comunión Cf. Lc 8, 15

Los que escuchan la palabra de Dios con un corazón bien dispuesto, y la retienen, dan fruto, gracias a su constancia. 

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Señor, Dios nuestro, con la ayuda de san Charbel concédenos, por este sacramento, la sabiduría de vivir una vida sobria y austera. Por Jesucristo, nuestro Señor.


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