Departamento de Liturgia del Arzobispado de Santiago
 
 
 
Eucaristía del Martes 28 de Enero de 2020
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Martes de la tercera semana del tiempo ordinario
Santo Tomás de Aquino, presbítero y doctor de la Iglesia
Memoria obligatoria
Color: blanco

Tomás de Aquino (1225-1274) realizó plenamente el ideal dominicano: dedicarse a la vida contemplativa y a transmitir a los demás el fruto de su contemplación. Filósofo y teólogo, Tomás reflexionó mucho, enseñó mucho y escribió mucho, pero, por encima de todo, oró mucho y se sometió a una ruda disciplina para acceder a la pura Luz. Fue el autor del Oficio de la fiesta del “Corpus Christi” y de numerosos trabajos de Filosofía y Teología, especialmente de la “Suma Teológica”.

Murió en plena madurez, cuando se dirigía al Concilio de Lyon, en la Abadía de Fossanova (Italia).

El Papa León XIII lo declaró, en 1880, patrono de todas las escuelas católicas.

Antífona de entrada Cf. Sal 131, 9
Tus sacerdotes, Señor, se revistan de justicia y tus fieles exulten de alegría.

ORACIÓN COLECTA

Dios nuestro, que hiciste de santo Tomás de Aquino un modelo de santidad y de doctrina, concédenos la gracia de comprender sus enseñanzas e imitar sus ejemplos. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.


PRIMERA LECTURA

David y todo Israel llevaban el Arca en medio de una gran alegría.

Lectura del segundo libro de Samuel 6, 11a. 12-15. 17-19

El Arca del Señor se había quedado tres meses en casa de Obededóm.

Cuando informaron a David: “El Señor ha bendecido a la familia de Obededóm y todos sus bienes a causa del Arca de Dios”, David partió e hizo subir el Arca de Dios desde la casa de Obededóm a la Ciudad de David, con gran alegría. Los que transportaban el Arca del Señor avanzaron seis pasos, y él sacrificó un buey y un ternero cebado. David, que sólo llevaba ceñido un corto manto de lino, iba danzando con todas sus fuerzas delante del Señor. Así, David y toda la casa de Israel subieron el Arca del Señor en medio de aclamaciones y al sonido de trompetas.

Luego introdujeron el Arca del Señor y la instalaron en su sitio, en medio de la carpa que David había levantado para ella, y David ofreció holocaustos y sacrificios de comunión delante del Señor. Cuando David terminó de ofrecer el holocausto y los sacrificios de comunión, bendijo al pueblo en nombre del Señor de los ejércitos. Después repartió a todo el pueblo, a toda la multitud de Israel, hombres y mujeres, una hogaza de pan, un pastel de dátiles y uno de pasas de uva por persona. Luego todo el pueblo se fue, cada uno a su casa.

SALMO RESPONSORIAL 23, 7-10

R/. El Señor es el Rey de la gloria.

¡Puertas, levanten sus dinteles, levántense, puertas eternas, para que entre el Rey de la gloria!

¿Y quién es ese Rey de la gloria? Es el Señor, el fuerte, el poderoso, el Señor poderoso en los combates.

¡Puertas, levanten sus dinteles, levántense, puertas eternas, para que entre el Rey de la gloria!

¿Y quién es ese Rey de la gloria? El Rey de la gloria es el Señor de los ejércitos.

ACLAMACIÓN AL EVANGELIO Cf.  Mt 11, 25

Aleluya.

Bendito eres Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque revelaste los misterios del Reino a los pequeños. Aleluya.

EVANGELIO

El que hace la voluntad de Dios, ése es mi hermano, mi hermana y mi madre.

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos 3, 31-35

Llegaron la madre y los hermanos de Jesús y, quedándose afuera, lo mandaron llamar. La multitud estaba sentada alrededor de Él, y le dijeron: “Tu madre y tus hermanos te buscan ahí afuera”.

Él les respondió: “¿Quién es mi madre y quiénes son mis hermanos?” Y dirigiendo su mirada sobre los que estaban sentados alrededor de Él, dijo: “Éstos son mi madre y mis hermanos. Porque el que hace la voluntad de Dios, ése es mi hermano, mi hermana y mi madre”.


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Recibe, Señor, la ofrenda que presentamos en tu altar en la conmemoración de santo Tomás de Aquino, y así como a él lo glorificaste por estos misterios, concédenos a nosotros tu bondadoso perdón. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Antífona de comunión         Cf. Mt 24, 46-47

Feliz aquel servidor a quien su señor, al llegar, lo encuentre velando; les aseguro que lo hará administrador de todos sus bienes.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Te pedimos, Dios todopoderoso, que la participación en la mesa celestial robustezca y aumente las fuerzas espirituales de quienes celebramos la fiesta de santo Tomás de Aquino; para que guardemos con integridad el don de la fe y recorramos el camino que él nos señaló. Por Jesucristo, nuestro Señor.


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