Miércoles de la decimocuarta semana del tiempo ordinario
Santa María Goretti, virgen y mártir
Memoria libre
Color: verde/rojo
María Goretti (1890-1902) pertenecía a una familia muy pobre de la región de Pontina, al sur de Roma. Tenía apenas doce años cuando resistió solicitaciones de un joven vecino quien, ante su rechazo y loco de pasión, la apuñaló. María falleció al día siguiente después de perdonar a su agresor “por el amor de Jesús”.
Antífona de entrada
Sigue al Cordero crucificado por nosotros, la virgen valiente, ofrenda de pureza y castidad.
ORACIÓN COLECTA
Dios nuestro, que eres la fuente de la inocencia y amas la castidad; has dado a tu servidora santa María Goretti la gracia del martirio en plena adolescencia: concédenos, por su intercesión, que así como ella recibió la corona en el combate por su virginidad, seamos constantes para cumplir tus mandamientos. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRAPRIMERA LECTURA
Es tiempo de buscar al Señor.
Lectura de la profecía de Oseas 10, 1-3. 7-8. 12
Israel era una viña exuberante, que producía su fruto.
Cuanto más se multiplicaban sus frutos, más multiplicaba él los altares; cuanto mejor le iba al país, mejores hacía él las piedras conmemorativas. Su corazón está dividido, ahora tendrán que expiar: el mismo Señor destrozará sus altares, devastará sus piedras conmemorativas. Seguramente dirán entonces: “No tenemos rey, porque no hemos temido al Señor. Pero el rey ¿que podría hacer por nosotros?”
¡Samaría está completamente perdida! Su rey es como una astilla sobre la superficie de las aguas.
Los lugares altos de Aven, el pecado de Israel, también serán destruidos; espinas y cardos invadirán sus altares.
Ellos dirán entonces a las montañas: “Cúbrannos”, y a las colinas: “¡Caigan sobre nosotros!”
Siembren semillas de justicia, cosechen el fruto de la fidelidad, roturen un campo nuevo: es tiempo de buscar al Señor, hasta que Él venga y haga llover para ustedes la justicia.
SALMO RESPONSORIAL 104, 2-7
R/. ¡Busquen el rostro del Señor!
¡Canten al Señor con instrumentos musicales, pregonen todas sus maravillas! ¡Gloríense en su santo Nombre, alégrense los que buscan al Señor!
¡Recurran al Señor y a su poder, busquen constantemente su rostro; recuerden las maravillas que Él obró, sus portentos y los juicios de su boca!
Descendientes de Abraham, su servidor, hijos de Jacob, su elegido: el Señor es nuestro Dios, en toda la tierra rigen sus decretos.
ACLAMACIÓN AL EVANGELIO Mc 1, 15
Aleluya.
El Reino de Dios está cerca. Conviértanse y crean en la Buena Noticia. Aleluya.
EVANGELIO
Vayan a las ovejas perdidas del pueblo de Israel.
+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo 10, 1-7
Jesús convocó a sus doce discípulos y les dio el poder de expulsar a los espíritus impuros y de sanar cualquier enfermedad o dolencia.
Los nombres de los doce Apóstoles son: en primer lugar, Simón, de sobrenombre Pedro, y su hermano Andrés; luego, Santiago, hijo de Zebedeo, y su hermano Juan; Felipe y Bartolomé; Tomás y Mateo, el publicano; Santiago, hijo de Alfeo, y Tadeo; Simón, el Cananeo, y Judas Iscariote, el mismo que lo entregó.
A estos Doce, Jesús los envió con las siguientes instrucciones: “No vayan a regiones paganas, ni entren en ninguna ciudad de los samaritanos. Vayan, en cambio, a las ovejas perdidas del pueblo de Israel. Por el camino, proclamen que el Reino de los Cielos está cerca. Sanen a los enfermos, resuciten a los muertos, purifiquen a los leprosos, expulsen a los demonios. Ustedes han recibido gratuitamente, den también gratuitamente”.