Departamento de Liturgia del Arzobispado de Santiago
 
 
 
Eucaristía del Jueves 24 de Noviembre de 2022
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Jueves de la trigesimocuarta semana del tiempo ordinario
San Andrés Dung-Lac y compañeros, mártires
Memoria obligatoria 
Color: rojo

En Viet-Nam, desde el siglo XVI hasta el siglo XIX, numerosos cristianos se distinguieron por el martirio. A causa de su fe cristiana, obispos, sacerdotes, religiosos y laicos fueron perseguidos, particularmente Andrés Dung-Lac y sus compañeros durante el reinado del emperador Minh-Mang (1829-1840).

Antífona de entrada             Cf. Gal 6, 14; 1 Cor 1, 18 

Sólo nos gloriaremos en la cruz de nuestro Señor Jesucristo. El mensaje de la cruz es fuerza de Dios para nosotros, que hemos sido salvados. 

ORACIÓN COLECTA 

Señor Dios, fuente y origen de toda paternidad, que otorgaste a los santos mártires Andrés y compañeros permanecer fieles a la cruz de tu Hijo hasta derramar su sangre, concédenos, por su intercesión, que propagando tu amor entre los hermanos podamos llamarnos y ser en verdad hijos tuyos. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos. 


PRIMERA LECTURA

Ha caído Babilonia.

Lectura del libro del Apocalipsis 18. 1-2. 21-23; 19, 1-3. 9a

Yo, Juan, vi que otro Ángel descendía del cielo con gran poder, mientras la tierra se iluminaba con su resplandor. Y gritó con voz potente: “¡Ha caído, ha caído Babilonia, la grande!  Se ha convertido en refugio de demonios, aves impuras y en guarida de toda clase de animales impuros y repugnantes”.

Y un Ángel poderoso tomó una piedra del tamaño de una rueda de molino y la arrojó al mar, diciendo: “Así, de golpe, será arrojada Babilonia, la gran Ciudad, y nunca más se la verá”.

Ya no se escuchará dentro de ti el canto de los que tocan el arpa y de los músicos, de los flautistas y de los trompetistas; ya no se encontrarán artesanos de los diversos oficios, ni se escuchará el sonido de la rueda del molino.  No volverá a brillar la luz de la lámpara, ni tampoco se escuchará la voz de los recién casados. Porque tus comerciantes eran los grandes de la tierra, y con tus encantos sedujiste a todos los pueblos.

Después oí algo parecido al clamor de una enorme multitud que estaba en el cielo, y exclamaba: “¡Aleluya!

La salvación, la gloria y el poder pertenecen a nuestro Dios, porque sus juicios son verdaderos y justos.

Él ha condenado a la famosa Prostituta que corrompía la tierra con su lujuria, y ha vengado en ella la sangre de sus servidores”.

Y volvieron a decir: “¡Aleluya! La humareda de la Ciudad se eleva por los siglos de los siglos”.

Después el Ángel me dijo: “Escribe esto: Felices los que han sido invitados al banquete de bodas del Cordero”.

SALMO RESPONSORIAL    99, 1-5

R/. ¡Felices los invitados al banquete de bodas del Cordero!

Aclame al Señor toda la tierra, sirvan al Señor con alegría, lleguen hasta Él con cantos jubilosos. 

Reconozcan que el Señor es Dios: Él nos hizo y a Él pertenecemos; somos su pueblo y ovejas de su rebaño.

Entren por sus puertas dando gracias, entren en sus atrios con himnos de alabanza, alaben al Señor y bendigan su Nombre. 

¡Qué bueno es el Señor! Su misericordia permanece para siempre, y su fidelidad por todas las generaciones. 

ACLAMACIÓN AL EVANGELIO    Lc 21, 28

Aleluya.

Tengan ánimo y levanten la cabeza, porque está por llegarles la liberación.  Aleluya.

EVANGELIO

Jerusalén será pisoteada por los paganos, hasta que el tiempo de los paganos llegue a su cumplimiento.

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas     21, 20-28

Jesús hablaba a sus discípulos acerca de su venida:

Cuando vean a Jerusalén sitiada por los ejércitos, sepan que su ruina está próxima. Los que estén en Judea que se refugien en las montañas; los que estén dentro de la ciudad que se alejen; y los que estén en los campos que no vuelvan a ella. Porque serán días de escarmiento, en que todo lo que está escrito deberá cumplirse.

¡Ay de las que estén embarazadas o tengan niños de pecho en aquellos días!  Será grande la desgracia de este país y la ira de Dios pesará sobre este pueblo.  Caerán al filo de la espada, serán llevados cautivos a todas las naciones, y Jerusalén será pisoteada por los paganos, hasta que el tiempo de los paganos llegue a su cumplimiento.

Habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas; y en la tierra, los pueblos serán presa de la angustia ante el rugido del mar y la violencia de las olas. Los hombres desfallecerán de miedo ante la expectativa de lo que sobrevendrá al mundo, porque los astros se conmoverán.

Entonces se verá al Hijo del hombre venir sobre una nube, lleno de poder y de gloria.

Cuando comience a suceder esto, tengan ánimo y levanten la cabeza, porque está por llegarles la liberación.


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS 

Recibe, Padre santo, los dones que te presentamos en la memoria de los santos mártires; concédenos serte fieles en las adversidades de la vida y convertirnos en una ofrenda agradable a ti. Por Jesucristo, nuestro Señor. 

Antífona de comunión         Mt 5, 10 

Felices los que son perseguidos por practicar la justicia, porque a ellos les pertenece el Reino de los cielos. 

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN 

Alimentados con el pan de la vida en esta conmemoración de los santos mártires, te pedimos humildemente, Padre, que permanezcamos unidos en tu amor y alcancemos la recompensa eterna prometida a los que perseveran hasta el fin. Por Jesucristo, nuestro Señor. 


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