Departamento de Liturgia del Arzobispado de Santiago
 
 
 
Eucaristía del Martes 01 de Octubre de 2024
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Martes de la vigesimosexta semana del tiempo ordinario
Santa Teresa del Niño Jesús, virgen y doctora de la Iglesia
Memoria obligatoria 
Color: blanco

Teresa Martín (1873-1897) a quien, al entrar muy joven al monasterio del Carmelo de Lisieux (Francia), se le dio el nombre de “Teresa del Niño Jesús”, realizó en su corta vida el programa que le trazaba su nombre de religiosa.

Por la “pequeña vía” de la infancia espiritual, encontró al Cristo de la Pasión, que la introdujo en su Pascua. Su vida entera fue una plegaria ardiente por la Iglesia y por la evangelización de todos los pueblos.

La “Autobiografía” que sus hermanas publicaron después de su muerte bajo el título “La historia de un alma”, resultó ser un libro de la profunda espiritualidad que le valió el nombramiento de “Doctora de la Iglesia”, realizado por el Papa Juan Pablo II.

Antífona de entrada             Cf. Deut 32, 10-12 

El Señor la rodeó y la cuidó, la protegió como la pupila de sus ojos. Como el águila extendió sus alas, la tomó consigo y la llevó sobre sus plumas; el Señor solo la condujo. 

ORACIÓN COLECTA

Señor Dios, que has preparado tu reino para los humildes y pequeños, ayúdanos a seguir confiadamente el camino de santa Teresa del Niño Jesús, para que, con su intercesión, podamos contemplar tu gloria eterna. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos. 


PRIMERA LECTURA

¿Para qué dar a luz a un desdichado?

Lectura del libro de Job    3, 1-3. 11-17. 20-23

Job rompió el silencio y maldijo el día de su nacimiento. Tomó la palabra y exclamó: ¡Desaparezca el día en que nací y la noche que dijo: “Ha sido engendrado un varón”!

¿Por qué no me morí al nacer? ¿Por qué no expiré al salir del vientre materno?

¿Por qué me recibieron dos rodillas y dos pechos me dieron de mamar? Ahora yacería tranquilo, estaría dormido y así descansaría, junto con los reyes y consejeros de la tierra que se hicieron construir mausoleos, o con los príncipes que poseían oro y llenaron de plata sus moradas. O no existiría, como un aborto enterrado, como los niños que nunca vieron la luz. Allí, los malvados dejan de agitarse, allí descansan los que están extenuados.

¿Para qué dar a luz a un desdichado y la vida a los que están llenos de amargura, a los que ansían en vano la muerte y la buscan más que a un tesoro, a los que se alegrarían de llegar a la tumba y se llenarían de júbilo al encontrar un sepulcro, al hombre que se le cierra el camino y al que Dios tiene acorralado por todas partes?

SALMO RESPONSORIAL   87, 2-8

R/. ¡Que mi plegaria llegue a tu presencia, Señor!

¡Señor, mi Dios y mi salvador, día y noche estoy clamando ante ti: que mi plegaria llegue a tu presencia; inclina tu oído a mi clamor!

Porque estoy saturado de infortunios, y mi vida está al borde del Abismo; me cuento entre los que bajaron a la tumba, y soy como un hombre sin fuerzas.

Yo tengo mi lecho entre los muertos, como los caídos que yacen en el sepulcro, como aquellos en los que Tú ya ni piensas, porque fueron arrancados de tu mano.

Me has puesto en lo más hondo de la fosa, en las regiones oscuras y profundas; tu indignación pesa sobre mí, y me estás ahogando con tu oleaje.

ACLAMACIÓN AL EVANGELIO  Mc 10, 45

Aleluya

El Hijo del hombre vino para servir y dar su vida en rescate por una multitud. Aleluya.

EVANGELIO

Se encaminó decididamente hacia Jerusalén.

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas   9, 51-56

Cuando estaba por cumplirse el tiempo de su elevación al cielo, Jesús se encaminó decididamente hacia Jerusalén y envió mensajeros delante de Él. Ellos partieron y entraron en un pueblo de Samaría para prepararle alojamiento. Pero no lo recibieron porque se dirigía a Jerusalén. 

Cuando sus discípulos Santiago y Juan vieron esto, le dijeron: “Señor, ¿quieres que mandemos caer fuego del cielo para consumirlos?” Pero Él se dio vuelta y los reprendió. Y se fueron a otro pueblo.


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS 

Señor, te proclamamos admirable en la conmemoración de santa Teresa del Niño Jesús, y te pedimos humildemente que, así como sus méritos fueron de tu agrado, aceptes esta liturgia que celebramos. Por Jesucristo, nuestro Señor. 

Antífona de comunión         Mt 18, 3 

Si no se convierten y no se hacen como niños, no entrarán en el reino de los cielos, dice el Señor. 

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN 

El sacramento que recibimos, Padre, encienda en nosotros aquel fuego de amor con el que santa Teresa del Niño Jesús se entregó a ti, implorando para todos tu misericordia. Por Jesucristo, nuestro Señor. 


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