Departamento de Liturgia del Arzobispado de Santiago
 
 
 
Eucaristía del Jueves 10 de Junio de 2021
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Jueves de la décima semana del tiempo ordinario
Del Misterio de la Santa Cruz
Propuesta celebrativa
Color: verde

Antífona de entrada             Cf. Gal 6, 14 

Debemos gloriarnos en la Cruz de nuestro Señor Jesucristo: en él está nuestra salvación, nuestra vida y nuestra resurrección; por él hemos sido salvados y redimidos. 

ORACIÓN COLECTA 

Dios nuestro, que has querido que tu Hijo unigénito sufriera el tormento de la cruz para salvar al género humano, concédenos que, después de haber conocido este misterio en la tierra, podamos alcanzar en el cielo el premio de su redención. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos. 


PRIMERA LECTURA

Dios hizo brillar su luz en nuestros corazones para que resplandezca el conocimiento de la gloria de Dios.

Lectura de la segunda carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Corinto   3, 15—4, 1. 3-6

Hermanos:

Hasta el día de hoy un velo cubre la inteligencia de los israelitas siempre que leen a Moisés. Pero al que se convierte al Señor, se le cae el velo. Porque el Señor es el Espíritu, y donde está el Espíritu del Señor, allí está la libertad. Nosotros, en cambio, con el rostro descubierto, reflejamos, como en un espejo, la gloria del Señor, y somos transfigurados a su propia imagen con un esplendor cada vez más glorioso, por la acción del Señor, que es Espíritu.

Por eso, investidos misericordiosamente del ministerio apostólico, no nos desanimamos. Si nuestro Evangelio todavía resulta impenetrable, lo es sólo para aquellos que se pierden, para los incrédulos, a quienes el dios de este mundo les ha enceguecido el entendimiento, a fin de que no vean resplandecer el Evangelio de la gloria de Cristo, que es la imagen de Dios.

Porque no nos predicamos a nosotros mismos, sino a Cristo Jesús, el Señor, y nosotros no somos más que servidores de ustedes por amor de Jesús. Porque el mismo Dios que dijo: “Brille la luz en medio de las tinieblas”, es el que hizo brillar su luz en nuestros corazones para que resplandezca el conocimiento de la gloria de Dios, reflejada en el rostro de Cristo.

SALMO RESPONSORIAL   84, 9ab. 10-14

R/. La gloria del Señor habitará en nuestra tierra.

Voy a proclamar lo que dice el Señor: el Señor promete la paz para su pueblo y sus amigos.  Su salvación está muy cerca de sus fieles, y la Gloria habitará en nuestra tierra.

El Amor y la Verdad se encontrarán, la Justicia y la Paz se abrazarán; la Verdad brotará de la tierra y la Justicia mirará desde el cielo.

El mismo Señor nos dará sus bienes y nuestra tierra producirá sus frutos.  La Justicia irá delante de Él, y la Paz, sobre la huella de sus pasos.

ACLAMACIÓN AL EVANGELIO       Jn 13, 34

Aleluya.

“Les doy un mandamiento nuevo: ámense los unos a los otros, así como Yo los he amado”, dice el Señor. Aleluya.

EVANGELIO

Todo aquel que se enoja contra su hermano, merece ser condenado por un tribunal.

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo    5, 20-26

Jesús dijo a sus discípulos: 

Les aseguro que si la justicia de ustedes no es superior a la de los escribas y fariseos, no entrarán en el Reino de los Cielos.

Ustedes han oído que se dijo a los antepasados: No matarás, y el que mata debe ser llevado ante el tribunal. Pero Yo les digo que todo aquel que se enoja contra su hermano merece ser condenado por un tribunal. Y todo aquel que lo insulta merece ser castigado por el Tribunal. Y el que lo maldice merece el infierno.

Por lo tanto, si al presentar tu ofrenda en el altar, te acuerdas de que tu hermano tiene alguna queja contra ti, deja tu ofrenda ante el altar, ve a reconciliarte con tu hermano, y sólo entonces vuelve a presentar tu ofrenda.

Trata de llegar en seguida a un acuerdo con tu adversario, mientras vas caminando con él, no sea que el adversario te entregue al juez, y el juez al guardia, y te pongan preso. Te aseguro que no saldrás de allí hasta que hayas pagado el último centavo.


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS 

Te pedimos, Señor, que este sacrificio, ofrecido en la cruz para borrar los pecados del mundo, nos purifique de todas nuestras culpas. Por Jesucristo, nuestro Señor. 

Antífona de comunión Jn 12, 32 

Dice el Señor: cuando yo sea elevado sobre la tierra, atraeré a todos hacia mí. 

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN 

Señor Jesucristo, alimentados con tu sagrada eucaristía, te pedimos humildemente que lleves a la gloria de la resurrección a los que redimiste en el madero salvador de la cruz. Que vives y reinas por los siglos de los siglos.


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