Liturgia del Domingo 19 de Octubre de 2025
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XXIX DOMINGO «DURANTE EL AÑO»

Verde

 

Sugerencias para la celebración

Toda la liturgia es oración al Padre, por medio de Jesucristo en el Espíritu Santo. Por eso la temática de este domingo es especialmente relevante. 

Dos son las grandes figuras que aparecen en nuestra celebración: Moisés, que en este caso aparece como uno de los grandes orantes del Antiguo Testamento; y Jesús, que, aunque no se nos muestra hoy como orante, nos regala esta parábola de la viuda y del juez, que no es otra cosa sino una enseñanza sobre la perseverancia necesaria para quienes nos empeñamos en llevar una vida de oración. Sobra decir que esta enseñanza brota de la propia experiencia de Jesús. 

El lector de la primera lectura debe descubrir el carácter épico de la perícopa que debe proclamar. Es una lectura breve, pero que tiene todos los componentes de un episodio digno de ser contado: una amenaza mortal, una reacción inteligente, una distribución de roles, el suspenso, finalmente una resolución positiva, y una gran enseñanza. Ojalá que se prepare especialmente para hacer buen uso de las pausas, cortes y algún suspenso, lo que puede dar al relato gran viveza. 

El salmo, por su parte, es como una gran declaración de fe. Confronta situaciones de precariedad con la intervención de Dios, expresados con gran seguridad. El tono que el salmista debe encontrar debe buscarlo no tanto en el ámbito de lo lírico, sino más bien en el de la profesión de fe. 

La lectura de la segunda lectura es completamente distinta. Son los consejos paternales de un Pablo que expresa con mucho afecto la enseñanza que quiere trasmitir a su discípulo Timoteo, a quien llama «querido hijo». Forma parte del testamento espiritual del apóstol. El lector debe trasmitir ese ánimo, de gran bondad, de un hombre experimentado y sufrido que quiere lo mejor para su discípulo.  

La Iglesia celebra este domingo la Jornada Mundial de las Misiones. No resulta evidente vincular la vocación misionera y la perseverancia en la oración. ¡Pero están esencialmente unidas! Incluso la vida más contemplativa tiene una dimensión misionera. Por algo, una de las patronas de las misiones es una joven carmelita que ofreció su vida por los misioneros y los frutos de la misión: santa Teresa del Niño Jesús. 

No olvidemos que «El equilibrio de las vidas apostólicas sólo puede obtenerse en la oración» (San Alberto Hurtado). 

No olvidemos que por más que las temáticas de este domingo son fuertes, lo principal es celebrar a Jesucristo, el Señor resucitado. Así como el canto de inicio mira justamente a Cristo resucitado, el canto de comunión debería ser en lo posible siempre eucarístico, es decir, que exprese la presencia de Cristo y el deseo de la comunidad de entrar en «común unión» con Él. 

¿Cuántos cantos eucarísticos tiene nuestro cantoral parroquial? Buen examen para verificar que estamos ofreciendo una celebración equilibrada en el contexto del año en curso.  

 

Antífona de entrada Sal 16, 6. 8

Yo te invoco, Dios mío, porque tú me respondes: inclina tu oído hacia mí y escucha mis palabras. Protégeme como a la pupila de tus ojos; escóndeme a la sombra de tus alas.

Gloria

ORACIÓN COLECTA

Dios todopoderoso y eterno, concédenos permanecer fieles a tu santa voluntad y servirte con un corazón sincero. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.


Mientras Moisés tenía los brazos levantados, vencía Israel

Lectura del libro del Éxodo 17, 8-13

Los amalecitas atacaron a Israel en Refidim. Moisés dijo a Josué: “Elige a algunos de nuestros hombres y ve mañana a combatir contra Amalec. Yo estaré de pie sobre la cima del monte, teniendo en mi mano el bastón de Dios”.

Josué hizo lo que le había dicho Moisés, y fue a combatir contra los amalecitas. 

Entretanto, Moisés, Aarón y Jur habían subido a la cima del monte. Y mientras Moisés tenía los brazos levantados, vencía Israel; pero cuando los dejaba caer, prevalecía Amalec. Como Moisés tenía los brazos muy cansados, ellos tomaron una piedra y la pusieron donde él estaba. Moisés se sentó sobre la piedra, mientras Aarón y Jur le sostenían los brazos, uno a cada lado. Así sus brazos se mantuvieron firmes hasta la puesta del sol.

De esa manera, Josué derrotó a Amalec y a sus tropas al filo de la espada. 

Palabra de Dios

 

SALMO RESPONSORIAL 120, 1-8

R/. Nuestra ayuda está en el Nombre del Señor.

Levanto mis ojos a las montañas: ¿de dónde me vendrá la ayuda? La ayuda me viene del Señor, que hizo el cielo y la tierra. R/.

Él no dejará que resbale tu pie: ¡tu guardián no duerme! No, no duerme ni dormita el guardián de Israel. R/.

El Señor es tu guardián, es la sombra protectora a tu derecha: de día, no te dañará el sol, ni la luna de noche. R/.

El Señor te protegerá de todo mal y cuidará tu vida. Él te protegerá en la partida y el regreso, ahora y para siempre. R/.

SEGUNDA LECTURA

El hombre de Dios sea perfecto y esté preparado para hacer siempre el bien

Lectura de la segunda carta del Apóstol san Pablo a Timoteo 3, 14—4, 2

Querido hijo: Permanece fiel a la doctrina que aprendiste y de la que estás plenamente convencido: tú sabes de quiénes la has recibido.

Recuerda que desde la niñez conoces las Sagradas Escrituras: ellas pueden darte la sabiduría que conduce a la salvación, mediante la fe en Cristo Jesús. Toda la Escritura está inspirada por Dios, y es útil para enseñar y para argüir, para corregir y para educar en la justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto y esté preparado para hacer siempre el bien.

Yo te conjuro delante de Dios y de Cristo Jesús, que ha de juzgar a los vivos y a los muertos, y en nombre de su Manifestación y de su Reino: proclama la Palabra de Dios, insiste con ocasión o sin ella, arguye, reprende, exhorta, con paciencia incansable y con afán de enseñar.

Palabra de Dios

ACLAMACIÓN AL EVANGELIO Heb 4, 12

Aleluya. La Palabra de Dios es viva y eficaz, discierne los pensamientos y las intenciones del corazón. Aleluya.

EVANGELIO

Dios hará justicia a sus elegidos que claman a Él

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas 18, 1-8

Jesús enseñó con una parábola que era necesario orar siempre sin desanimarse:

“En una ciudad había un juez que no temía a Dios ni le importaban los hombres; y en la misma ciudad vivía una viuda que recurría a él, diciéndole: “Te ruego que me hagas justicia contra mi adversario”.

Durante mucho tiempo el juez se negó, pero después dijo: “Yo no temo a Dios ni me importan los hombres, pero como esta viuda me molesta, le haré justicia para que no venga continuamente a fastidiarme””.

Y el Señor dijo: “Oigan lo que dijo este juez injusto. Y Dios, ¿no hará justicia a sus elegidos, que claman a Él día y noche, aunque los haga esperar? Les aseguro que en un abrir y cerrar de ojos les hará justicia.

Pero cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará fe sobre la tierra?”

Palabra del Señor

 

Credo

Oración Universal

Al Señor, que nos cuida con amor, presentemos nuestra oración. 

  • Por la Iglesia, para que no se canse de mantener una vida de oración que anime a todos los misioneros y misioneras que compartes el amor de Dios entre quienes aún no lo conocen, roguemos al Señor. 
  • Por todos los pueblos y naciones del mundo, para que quienes tienen responsabilidades de gobierno, permitan que el mensaje de Cristo pueda ser escuchado y acogido, roguemos al Señor. 
  • Por los más pobres, por los privados de libertad, por los que pasan por momentos de angustia y desazón, para que se vean sostenidos por la oración y el afecto de la Iglesia, roguemos al Señor. 
  • Por nosotros mismos, nuestras familias y comunidades, para que dejemos atrás todo lo que pueda dividirnos, roguemos al Señor. 

Escucha, Padre bueno, nuestra oración, y concédenos creer en la eficacia de la oración y podamos sentirnos y vivir siempre como hijos tuyos. Por Jesucristo, nuestro Señor. 


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Te ofrecemos, Señor, estos dones, con un corazón libre y generoso, para que tu gracia nos purifique por estos misterios que ahora celebramos. Por Jesucristo, nuestro Señor.

PREFACIO

Antífona de comunión Cf. Sal 32, 18-19

Los ojos del Señor están fijos sobre sus fieles, sobre los que esperan en su misericordia, para librar sus vidas de la muerte y sustentarlos en el tiempo de indigencia.

O bien: Mc la, 45

El Hijo del hombre vino para dar su vida en rescate por una multitud.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Concédenos, Padre, que la participación en la eucaristía nos ayude para aprovechar los bienes temporales y alcanzar los bienes eternos. Por Jesucristo, nuestro Señor.


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