Liturgia del Domingo 21 de Diciembre de 2025
- A
+ A

Domingo IV de Adviento
Morado

 

Sugerencias para la celebración

Nos encontramos ya en el más mariano de los domingos de Adviento. 

El profeta Isaías pone sus ojos en «la joven que está embarazada», y el evangelio de Mateo – un evangelio «josefino»- mira a María desde la perspectiva de san José, el hombre justo, que en sueños descubre la voluntad de Dios y el significado del acontecimiento que marcará su vida y la historia del género humano. 

Adviento es en realidad, el tiempo de la Hija de Sión. Con su «hágase» va a anticipar el «Ven Señor Jesús», el «Marana thá» de la Iglesia. Pablo VI en la exhortación Marialis cultus enseña que en la Virgen celebramos: «La preparación radical a la venida del Salvador y feliz principio de la Iglesia sin mancha ni arruga» (MC 3).

Para preparar este domingo, les proponemos orar pausadamente las preciosas oraciones de las ferias de los días 17 de este mes en adelante, ya que nos proporcionan una profunda teología orante sobre la Virgen. Una de ellas dice: «Dios todopoderoso y eterno, tú has querido que por el anuncio del Ángel la Virgen Inmaculada recibiera en su seno a tu Palabra hecha carne, y llena del Espíritu Santo se convirtiera en templo de la divinidad; concédenos que, siguiendo su ejemplo, sepamos cumplir humildemente tu voluntad» (Oración colecta 20 de diciembre). ¿No es verdaderamente hermosa?

La oración sobre las ofrendas de esta Eucaristía es una joya: «Te pedimos Padre, que el mismo Espíritu que fecundó con su poder el seno de María, la Virgen Madre, santifique estos dones que hemos depositado sobre tu altar». Pone en paralelo – ni más ni menos- la historia de la salvación y nuestra celebración, un símil entre María y la Iglesia.

Siempre ahondando en el contenido mariano de este domingo, podemos apreciar que los títulos de la Virgen abundan en este tiempo: Llena de gracia, bendita entre las mujeres, la Virgen, la Esposa de José, la esclava del Señor, la mujer nueva, la nueva Eva, la Hija de Sión, la Virgen madre, la Virgen de la escucha y de la acogida.  

En este aniversario del concilio de Nicea privilegiemos el Credo «largo», el Niceno. En Adviento y Navidad esto tiene aún más sentido. 

Recomendamos el Prefacio IV, María la nueva Eva, de factura ambrosiana y llena de las imágenes tan queridas por los santos padres. Por su riqueza teológica puede ser el único motivo para tomar en la homilía, que como se sabe, arranca siempre del texto sagrado o también, como proponemos hoy día, de la eucología del Misal. 

¡Así como omitimos el Gloria, hagamos lo mismo con el gesto de la paz! Quizá produzca extrañeza: ¡mejor!

Finalmente, ante la inminencia del Misterio de Navidad que celebraremos en unos días más, puede ser oportuno pedir hoy a los fieles que para la Misa de Navidad traigan la imagen del niño Jesús del pesebre familiar, para ser bendecido. Es un estímulo para que ya lo vayan preparando en sus casas. 

¡Feliz inminente espera del Señor!

 

Antífona de entrada Cf. Is 45, 8

Envíen los cielos el rocío de lo alto, y las nubes derramen la justicia. Abrase la tierra y brote el Salvador.

No se dice Gloria.

ORACIÓN COLECTA

Señor, derrama tu gracia en nuestros corazones, y ya que hemos conocido por el anuncio del Ángel la encarnación de tu Hijo Jesucristo, condúcenos por su Pasión y su Cruz, a la gloria de la resurrección. Él que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.


LITURGIA DE LA PALABRA

Miren, la virgen está embarazada

Lectura del libro de Isaías 7, 10-14

El Señor habló a Ajaz en estos términos: “Pide para ti un signo de parte del Señor, en lo profundo del Abismo, o arriba, en las alturas”.

Pero Ajaz respondió: “No lo pediré ni tentaré al Señor”.

Isaías dijo: “Escuchen, entonces, casa de David: ¿Acaso no les basta cansar a los hombres, que cansan también a mi Dios? Por eso el Señor mismo les dará un signo. Miren, la virgen está embarazada y dará a luz un hijo, y lo llamará con el nombre de Emanuel”.

Palabra de Dios

SALMO RESPONSORIAL 23, 1-6

R/.  Va a entrar el Señor, el rey de la gloria.

Del Señor es la tierra y todo lo que hay en ella, el mundo y todos sus habitantes porque Él la fundó sobre los mares, Él la afirmó sobre las corrientes del océano. R/. 

¿Quién podrá subir a la Montaña del Señor y permanecer en su recinto sagrado? El que tiene las manos limpias y puro el corazón; el que no rinde culto a los ídolos. R/. 

Él recibirá la bendición del Señor, la recompensa de Dios, su salvador. Así son los que buscan al Señor, los que buscan tu rostro, Dios de Jacob. R/. 

 

SEGUNDA LECTURA

Jesucristo, nacido de la estirpe de David, Hijo de Dios

Lectura de la carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Roma 1, 1-7

Carta de Pablo, servidor de Jesucristo, llamado para ser Apóstol, y elegido para anunciar la Buena Noticia de Dios, que Él había prometido por medio de sus Profetas en las Sagradas Escrituras, acerca de su Hijo, Jesucristo, nuestro Señor, nacido de la estirpe de David según la carne, y constituido Hijo de Dios con poder según el Espíritu santificador, por su resurrección de entre los muertos.

Por Él hemos recibido la gracia y la misión apostólica, a fin de conducir a la obediencia de la fe, para gloria de su Nombre, a todos los pueblos paganos, entre los cuales se encuentran también ustedes, que han sido llamados por Jesucristo.

A todos los que están en Roma, amados de Dios, llamados a ser santos, lleguen la gracia y la paz, que proceden de Dios, nuestro Padre, y del Señor Jesucristo.

Palabra de Dios

ACLAMACIÓN AL EVANGELIO Mt 1,23

Aleluya. La virgen concebirá y dará a luz un hijo a quien pondrán el nombre de Emanuel, Dios con nosotros. Aleluya.

EVANGELIO

Jesús nacerá de María, comprometida con José, hijo de David

Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo 1,18-24

Éste fue el origen de Jesucristo: María, su madre, estaba comprometida con José y, cuando todavía no habían vivido juntos, concibió un hijo por obra del Espíritu Santo. José, su esposo, que era un hombre justo y no quería denunciarla públicamente, resolvió abandonarla en secreto.

Mientras pensaba en esto, el Ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: “José, hijo de David, no temas recibir a María, tu esposa, porque lo que ha sido engendrado en ella proviene del Espíritu Santo. Ella dará a luz un hijo, a quien pondrás el nombre de Jesús, porque Él salvará a su Pueblo de todos sus pecados”.

Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que el Señor había anunciado por el Profeta: “La Virgen concebirá y dará a luz un hijo, a quien pondrán el nombre de Emanuel”, que traducido significa: “Dios con nosotros”.

Al despertar, José hizo lo que el Ángel del Señor le había ordenado: llevó a María a su casa. 

Palabra del Señor

 

Credo.

ORACIÓN UNIVERSAL

Presentemos al Señor nuestra oración.

- Por la Iglesia, que ha recibido la misión de dar a luz a Cristo en el corazón de nuestra sociedad, para que al igual que la Virgen María, sepamos contemplarlo y entregarlo al mundo, roguemos al Señor. 

- Por quienes tienen autoridad en las naciones, para que este tiempo de Navidad ya próximo los anime a decidir siempre por la paz, roguemos al Señor. 

- Por todos aquellos que en estos días estarán lejos de sus hogares, por los extranjeros que viven en nuestra patria y celebrarán navidad lejos de los suyos, para que encuentren afecto y fortaleza en todos nosotros, roguemos al Señor. 

- Por todos nosotros, para que podamos darles a estas fiestas de Navidad un sentido verdaderamente cristiano, roguemos al Señor. 

Escucha, Señor, nuestra oración, tú que estás pronto siempre para darnos lo que más conviene, por Jesucristo, Nuestro Señor. 


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Te pedimos, Padre, que el mismo Espíritu que fecundó con su poder el seno de María, la Virgen Madre, santifique estos dones que hemos depositado sobre tu altar. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Prefacio de Adviento III o IV

Antífona de comunión Is 7, 14

La Virgen concebirá y dará a luz un hijo, y lo llamará con el nombre de Emmanuel.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Después de recibir el anticipo de nuestra redención eterna, te rogamos, Dios todopoderoso, que cuanto más se acerca el alegre día de la salvación, tanto más se acreciente nuestro fervor para celebrar dignamente el misterio del nacimiento de tu Hijo. Que vive y reina por los siglos de los siglos.


Venta de ejemplar impreso:

Ediciones San José
contacto@edicionessanjose.cl
Whatsapp: +56997992727
Oficina: 223028879
Pastoral Litúrgica
Vicaría Episcopal para la Pastoral
Arzobispado de Santiago

Plaza de Armas 444C, Santiago

Teléfonos: 227875693 / 227875691