Departamento de Liturgia del Arzobispado de Santiago
 
 
 
Eucaristía del Martes 11 de Septiembre de 2018
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Martes de la vigesimotercera semana del tiempo ordinario

Por el progreso de los pueblos

Propuesta celebrativa

Color: verde

Antífona de entrada  1 Jn 3, 17

Si alguien vive en la abundancia, y viendo a su hermano en la necesidad, le cierra su corazón, ¿cómo permanecerá en el amor de Dios?

ORACIÓN COLECTA

Dios nuestro, que diste a los pueblos un mismo origen para formar en ti una sola familia, enciende en sus corazones el fuego de tu amor y el deseo de un justo progreso en sus hermanos, para que los bienes destinados a todos promuevan la dignidad de cada persona, y afiancen en la sociedad humana la equidad y la justicia, superando toda división entre los hombres. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.


PRIMERA LECTURA

¡Un hermano pleitea con otro, y esto, delante de los que no creen!

Lectura de la primera carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Corinto   6, 1-11

Hermanos:

¿Cómo es posible que cuando uno de ustedes tiene algún conflicto con otro, se atreve a reclamar justicia a los injustos, en lugar de someterse al juicio de los santos? ¿No saben ustedes que los santos juzgarán al mundo? Y si el mundo va ser juzgado por ustedes, ¿cómo no van a ser capaces de juzgar asuntos de mínima importancia? ¿Ignoran que vamos a juzgar a los mismos ángeles? Con mayor razón entonces, los asuntos de esta vida.

¡Y pensar que cuando ustedes tienen litigios, buscan como jueces a los que no son nadie para la Iglesia! Lo digo para avergonzarlos: ¡por lo visto, no hay entre ustedes ni siquiera un hombre sensato, que sea capaz de servir de árbitro entre sus hermanos! ¡Un hermano pleitea con otro, y esto, delante de los que no creen! Ya está mal que haya litigios entre ustedes: ¿Por qué no prefieren sufrir la injusticia? ¿Por qué no prefieren ser despojados? Pero no, ustedes mismos son los que cometen injusticias y defraudan a los demás, ¡y esto entre hermanos!

¿Ignoran que los injustos no heredarán el Reino de Dios? No se hagan ilusiones: ni los inmorales, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los homosexuales, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los difamadores, ni los estafadores heredarán el Reino de Dios. Algunos de ustedes fueron así, pero ahora han sido purificados, santificados y justificados en el Nombre de nuestro Señor Jesucristo y por el Espíritu de nuestro Dios.

SALMO RESPONSORIAL   149,1-6a.9b

R/. ¡El Señor ama a su pueblo!

Canten al Señor un canto nuevo, resuene su alabanza en la asamblea de los fieles; que Israel se alegre por su Creador y los hijos de Sión se regocijen por su Rey.

Celebren su Nombre con danzas, cántenle con el tambor y la cítara, porque el Señor tiene predilección por su pueblo y corona con el triunfo a los humildes.

Que los fieles se alegren por su gloria y canten jubilosos en sus fiestas. Glorifiquen a Dios con sus gargantas: éste es un honor para todos sus fieles.

ACLAMACIÓN AL EVANGELIO   Cf. Jn 15, 16

Aleluya.

“Yo los elegí del mundo, para que vayan y den fruto, y ese fruto sea duradero”, dice el Señor. Aleluya.

EVANGELIO

Pasó toda la noche en oración. Eligió a los que dio el nombre de apóstoles.

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas  6,12-19

Jesús se retiró a una montaña para orar, y pasó toda la noche en oración con Dios.

Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos y eligió a doce de ellos, a los que dio el nombre de Apóstoles: Simón, a quien puso el sobrenombre de Pedro, Andrés, su hermano, Santiago, Juan, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago, hijo de Alfeo, Simón, llamado el Zelote, Judas, hijo de Santiago, y Judas Iscariote, que fue el traidor.

Al bajar con ellos se detuvo en una llanura. Estaban allí muchos de sus discípulos y una gran muchedumbre que había llegado de toda la Judea, de Jerusalén y de la región costera de Tiro y Sidón, para escucharlo y hacerse sanar de sus enfermedades. Los que estaban atormentados por espíritus impuros quedaban sanos; y toda la gente quería tocarlo, porque salía de Él una fuerza que sanaba a todos.


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Escucha con bondad nuestras súplicas, Señor, y acepta las ofrendas de tu Iglesia, para que todos los hombres reciban el espíritu de hijos de Dios y, superadas las desigualdades, unidos en tu paz, constituyan una única familia por el amor. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Antífona de comunión Cf. Sal 103, 13.14.15

Señor, la tierra se sacia con el fruto de tus obras: el pan que sale de la tierra y el vino que alegra el corazón del hombre.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Alimentados con el único Pan que renueva constantemente a la familia humana, te pedimos, Padre, que este sacramento de unidad nos obtenga un amor fuerte y puro, para promover el progreso de los pueblos y realizar las obras de la justicia, inspiradas por la caridad. Por Jesucristo, nuestro Señor.


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