Departamento de Liturgia del Arzobispado de Santiago
 
 
 
Eucaristía del Sábado 13 de Julio de 2019
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Sábado de la decimocuarta semana del tiempo ordinario

Santa Teresa de Los Andes, virgen

Fiesta

Color: blanco

Nació en Santiago de Chile el 13 de Julio de 1900 y fue bautizada con el nombre de Juanita Fernández Solar. Cursó sus estudios en el Colegio del Sagrado Corazón de Santiago. En 1919, ingresó en la Orden de las Carmelitas Descalzas de Los Andes.

Alegre, servicial, comunicativa y bromista, puso todo su amor en Cristo, en la Eucaristía, en la Virgen y en la oración. Buscó siempre ofrecer su vida a Jesús, a favor de la humanidad. Murió el 12 de abril de 1920, a los 19 años de vida y a los once meses de carmelita.

Fue beatificada en Santiago de Chile en 1987 y canonizada el 21 de marzo de 1993.

Antífona de entrada

Esta es una Virgen sabia y prudente, que salió a recibir a Cristo con la lámpara encendida.

Gloria

ORACIÓN COLECTA

Dios misericordioso, alegría de los santos, que encendiste el corazón juvenil de santa Teresa (de Jesús de Los Andes) con el fuego del amor virginal a Cristo y a su Iglesia y la hiciste testigo gozoso de la caridad, aun en medio de los sufrimientos; concédenos, por su intercesión, que también nosotros proclamemos de palabra y de obra el Evangelio de la caridad. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.


PRIMERA LECTURA

Yo te desposaré para siempre.

Lectura de la profecía de Oseas   2, 14-20

Así habla el Señor:

Devastaré su viña y su higuera, de las que ella decía: “Este es el salario que me dieron mis amantes”. Las convertiré en una selva y las devorarán los animales del campo.

Le pediré cuenta por los días de los Baales, a los que ella quemaba incienso, cuando se adornaba con su anillo y su collar e iba detrás de sus amantes, olvidándose de mí –oráculo del Señor-.

Por eso, yo la seduciré, la llevaré al desierto y le hablaré a su corazón. Desde allí, le daré sus viñedos y haré del valle de Acor una puerta de esperanza. Allí, ella responderá como en los días de su juventud, como el día en que subía del país de Egipto.

Aquel día –oráculo del Señor- tú me llamarás: “Mi esposo” y ya no me llamarás: “Mi Baal”. Le apartaré de la boca los nombres de los Baales, y nunca más serán mencionados por su nombre. Yo estableceré para ellos, en aquel día, una alianza con los animales del campo, con las aves del cielo y los reptiles de la tierra; extirparé del país el arco, la espada y la guerra, y haré que descansen seguros.

SEGUNDA LECTURA

Todo lo que haya de virtuoso debe ser el objeto de los pensamientos de ustedes.

Lectura de la carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Filipos 4, 4-9

Hermanos:

Alégrense siempre en el Señor. Vuelvo a insistir, alégrense. Que la bondad de ustedes sea conocida por todos los hombres. El Señor está cerca. No se angustien por nada y, en cualquier circunstancia, recurran a la oración y a la súplica, acompañadas de acción de gracias, para presentar sus peticiones a Dios.

Entonces la paz de Dios, que supera todo lo que podemos pensar, tomará bajo su cuidado los corazones y los pensamientos de ustedes en Cristo Jesús.

En fin, mis hermanos, todo lo que es verdadero y noble, todo lo que es justo y puro, todo lo que es amable y digno de honra, todo lo que haya de virtuoso y merecedor de alabanza, debe ser el objeto de sus pensamientos.

Pongan en práctica lo que han aprendido y recibido, lo que han oído y visto en mí, y el Dios de la paz estará con ustedes.

SALMO RESPONSORIAL     33, 2-11

R/. ¡Bendeciré al Señor en todo tiempo!

Bendeciré al Señor en todo tiempo, su alabanza estará siempre en mis labios. Mi alma se gloría en el Señor: que lo oigan los humildes y se alegren.

Glorifiquen conmigo al Señor, alabemos su Nombre todos juntos. Busqué al Señor: Él me respondió y me libró de todos mis temores.

Miren hacia Él y quedarán resplandecientes, y sus rostros no se avergonzarán. Este pobre hombre invocó al Señor: Él lo escuchó y lo salvó de sus angustias.

El Ángel del Señor acampa en torno de sus fieles, y los libra. ¡Gusten y vean qué bueno es el Señor! ¡Felices los que en Él se refugian!

Teman al Señor, todos sus santos, porque nada faltará a los que lo temen. Los ricos se empobrecen y sufren hambre, pero los que buscan al Señor no carecen de nada.

ACLAMACIÓN AL EVANGELIO   Mt 5,3

Aleluya.

Felices los que tienen alma de pobres, porque a ellos les pertenece el Reino de los Cielos. Aleluya.

EVANGELIO

Si ustedes no se hacen como niños, no entrarán en el Reino de los Cielos.

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo 18, 1-4

Los discípulos se acercaron a Jesús para preguntarle: “¿Quién es el más grande en el Reino de los cielos?”.

Jesús llamó a un niño, lo puso en medio de ellos y dijo: “Les aseguro que si ustedes no cambian o no se hacen como niños, no entrarán en el Reino de los Cielos. Por lo tanto, el que se haga pequeño como este niño, será el más grande en el Reino de los Cielos.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Te pedimos, Señor, que te dignes santificar estas ofrendas y, por la intercesión de santa Teresa (de Jesús de Los Andes) que se ofreció a ti como sacrificio espiritual, concede a tu pueblo los dones de la perfecta reconciliación y de la paz Por Jesucristo nuestro Señor.

PREFACIO

En verdad es justo y necesario, es nuestro deber y salvación darte gracias siempre y en todo lugar, Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno por Cristo nuestro Señor.

Porque Él, maestro divino y modelo de perfección, atrajo amorosamente desde su tierna infancia a santa Teresa (de Jesús de Los Andes), para hacerla partícipe de la verdad del Evangelio que ocultas a los sabios y prudentes y revelas a los pequeños del Reino.

Ella, consagrada a la vida de oración en favor de la Iglesia, te ofreció un eximio sacrificio de alabanza y fue testimonio vivo de las riquezas de tu Hijo y del gozo en el Espíritu Santo.

Por eso, como los ángeles te cantan en el cielo, así nosotros en la tierra te aclamamos diciendo sin cesar:

Santo, Santo, Santo …

Antífona de comunión Jn 15, 9

Como el Padre me ha amado, así los he amado yo, dice el Señor. Permanezcan en mi amor.


ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Habiendo recibido los sagrados misterios del precioso Cuerpo y Sangre de tu Hijo, te pedimos humildemente, Señor, que, siguiendo el ejemplo de santa Teresa (de Jesús de Los Andes) te alabemos siempre y te sirvamos con alegría y generosidad en nuestros hermanos. Por Jesucristo nuestro Señor.


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