Departamento de Liturgia del Arzobispado de Santiago
 
 
 
Eucaristía del Viernes 29 de Julio de 2016
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Viernes de la decimoséptima semana del tiempo ordinario
Santa Marta
Memoria obligatoria
Color: blanco

Marta aparece tres veces en el Evangelio: en la cena de Betania cuando, con María su hermana, acoge a Jesús en su casa; en la resurrección de su hermano Lázaro, cuando profesa su fe en Jesús y, finalmente, en el banquete ofrecido al Señor, seis días antes de la Pascua. En cada circunstancia, el relato del evangelio destaca su rol de dueña de casa.

Antífona de entrada            Cf. Lc la, 38

Jesús entró en un pueblo, y una mujer que se llamaba Marta lo recibió en su casa.

ORACIÓN COLECTA

Dios todopoderoso y eterno, cuyo Hijo aceptó hospedarse en la casa de santa Marta; concédenos, por su intercesión, que sirviendo fielmente a Cristo en nuestros hermanos, podamos ser recibidos por ti en la morada eterna. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos.


Primera lectura

Todo el pueblo se amontonó alrededor de Jeremías en la casa del Señor.

Lectura del libro de Jeremías    26,1-9

Al comienzo del reinado de Joaquím, hijo de Josías, rey de Judá, llegó esta palabra a Jeremías, de parte del Señor:

“Así habla el Señor: Párate en el atrio de la Casa del Señor y di a toda la gente de las ciudades de Judá que vienen a postrarse en la Casa del Señor todas las palabras que Yo te mandé decirles, sin omitir ni una sola.  Tal vez escuchen y se conviertan de su mal camino; entonces Yo me arrepentiré del mal que pienso hacerles a causa de la maldad de sus acciones. Tú les dirás: Así habla el Señor: Si ustedes no me escuchan ni caminan según la Ley que Yo les propuse; si no escuchan las palabras de mis servidores los profetas, que Yo les envío incansablemente y a quienes ustedes no han escuchado, entonces Yo trataré a esta Casa como traté a Silo y haré de esta ciudad una maldición para todas las naciones de la tierra”.

Los sacerdotes, los profetas y todo el pueblo oyeron a Jeremías mientras él pronunciaba estas palabras en la Casa del Señor. Y apenas Jeremías terminó de decir todo lo que el Señor le había ordenado decir al pueblo, los sacerdotes y los profetas se le echaron encima, diciendo: “¡Vas a morir! Porque has profetizado en nombre del Señor, diciendo: Esta Casa será como Silo, y esta ciudad será arrasada y quedará deshabitada”.

Entonces todo el pueblo se amontonó alrededor de Jeremías en la Casa del Señor.

Salmo responsorial    68, 5. 8-10. 14

R/. ¡Respóndeme, Dios mío, por tu gran amor!

Más numerosos que los cabellos de mi cabeza son los que me odian sin motivo; más fuertes que mis huesos, los que me atacan sin razón. ¡Y hasta tengo que devolver lo que yo no he robado!

Por ti he soportado afrentas y la vergüenza cubrió mi rostro; me convertí en un extraño para mis hermanos, fui un extranjero para los hijos de mi madre: porque el celo de tu Casa me devora, y caen sobre mí los ultrajes de los que te agravian.

Pero mi oración sube hasta ti, Señor, en el momento favorable: respóndeme, Dios mío, por tu gran amor, sálvame, por tu fidelidad.

Aclamación al Evangelio     1Pe 1, 25

Aleluya.

La Palabra del Señor permanece para siempre. Ésta es la Palabra que les ha sido anunciada, la Buena Noticia. Aleluya.

Evangelio

¿No es éste el hijo del carpintero? ¿De dónde le vendrá todo esto?

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo    13, 54-58

Al llegar a su pueblo, Jesús se puso a enseñar a la gente en la sinagoga, de tal manera que todos estaban maravillados.

“¿De dónde le vienen, decían, esta sabiduría y ese poder de hacer milagros? ¿No es éste el hijo del carpintero? ¿Su madre no es la que llaman María? ¿Y no son hermanos suyos Santiago, José, Simón y Judas? ¿Y acaso no viven entre nosotros todas sus hermanas? ¿De dónde le vendrá todo esto?”

Y Jesús era para ellos un motivo de escándalo. Entonces les dijo: “Un profeta es despreciado solamente en su pueblo y en su familia”.

Y no hizo allí muchos milagros, a causa de la falta de fe de esa gente.


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Señor nuestro, te proclamamos admirable en la conmemoración de santa Marta, y te pedimos humildemente que aceptes esta liturgia que celebramos, como fue de tu agrado su servicio de caridad. Por Jesucristo, nuestro Señor.

PREFACIO

PLEGARIA EUCARÍSTICA
(Ver Ordinario de la Misa)

RITO DE LA COMUNIÓN
(Ver Ordinario de la Misa)

Antífona de comunión        Jn 11, 27

Marta dijo a Jesús: tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo, que viniste a este mundo.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Por la comunión del Cuerpo y Sangre de tu Hijo único, líbranos, Padre, de la seducción de las cosas transitorias, para que, a ejemplo de santa Marta, se acreciente nuestra caridad en la tierra y podamos gozar de la gloria eterna en el cielo. Por Jesucristo, nuestro Señor.

RITO DE CONCLUSIÓN
(Ver Ordinario de la Misa)


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