Departamento de Liturgia del Arzobispado de Santiago
 
 
 
Eucaristía del Jueves 15 de Diciembre de 2022
- A
+ A

Jueves de la tercera semana de Adviento
Feria
Color: morado

Antífona de entrada  Cf. Sal 118, 151-152 

Tú estás cerca, Señor, y todos tus caminos son verdaderos. Yo sé, desde hace mucho tiempo, que tú estableciste para siempre tus mandatos. 

ORACIÓN COLECTA 

Señor Dios, nuestras culpas nos entristecen y nos hacen indignos de tu amor; te pedimos que la venida salvadora de tu Hijo único nos colme de una inmensa alegría. Él que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos. 


PRIMERA LECTURA

Como a una esposa abandonada te ha llamado el Señor.

Lectura del libro de Isaías    54, 1-10

¡Grita de alegría, estéril, tú que no has dado a luz; prorrumpe en gritos de alegría, aclama, tú que no has conocido los dolores del parto! Porque los hijos de la mujer desamparada son más numerosos que los de la desposada, dice el Señor.

¡Ensancha el espacio de tu carpa, despliega tus lonas sin mezquinar, alarga tus cuerdas, afirma tus estacas! Porque te expandirás a derecha y a izquierda, tu descendencia poseerá naciones enteras y poblará ciudades desoladas.

No temas, porque no te avergonzarás; no te sonrojes, porque no serás confundida: olvidarás la ignominia de tu adolescencia y no te acordarás del oprobio de tu viudez.  Porque tu esposo es Aquél que te hizo: su nombre es Señor de los ejércitos; tu redentor es el Santo de Israel: Él se llama "Dios de toda la tierra".

Sí, como a una esposa abandonada y afligida te ha llamado el Señor: “¿Acaso se puede despreciar a la esposa de la juventud?”, dice el Señor.

Por un breve instante te dejé abandonada, pero con gran ternura te uniré conmigo; en un arrebato de indignación, te oculté mi rostro por un instante, pero me compadecí de ti con amor eterno, dice tu redentor, el Señor.

Me sucederá como en los días de Noé, cuando juré que las aguas de Noé no inundarían de nuevo la tierra: así he jurado no irritarme más contra ti ni amenazarte nunca más.

Aunque se aparten las montañas y vacilen las colinas, mi amor no se apartará de ti, mi alianza de paz no vacilará, dice el Señor, que se compadeció de ti. 

SALMO RESPONSORIAL 29, 2. 4-6. 11-12a. 13b

R/. ¡Te glorifico, Señor, porque me libraste!

Yo te glorifico, Señor, porque Tú me libraste y no quisiste que mis enemigos se rieran de mí. Tú, Señor, me levantaste del Abismo y me hiciste revivir, cuando estaba entre los que bajan al sepulcro. 

Canten al Señor, sus fieles; den gracias a su santo Nombre, porque su enojo dura un instante, y su bondad, toda la vida: si por la noche se derraman lágrimas, por la mañana renace la alegría. 

Escucha, Señor, ten piedad de mí; ven a ayudarme, Señor. Tú convertiste mi lamento en júbilo. ¡Señor, Dios mío, te daré gracias eternamente! 

ACLAMACIÓN AL EVANGELIO       Lc 3, 4. 6

Aleluya.

Preparen el camino del Señor, allanen sus senderos; todos los hombres verán la Salvación de Dios.  Aleluya.

EVANGELIO

Juan es el mensajero que prepara el camino del Señor.

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas     7, 24-30

Cuando los enviados de Juan el Bautista partieron, Jesús comenzó a hablar de él a la multitud, diciendo:

“¿Qué salieron a ver en el desierto? ¿Una caña agitada por el viento? ¿Qué salieron a ver? ¿Un hombre vestido con refinamiento? Los que llevan suntuosas vestiduras y viven en la opulencia, están en los palacios de los reyes. ¿Qué salieron a ver entonces? ¿Un profeta?  Les aseguro que sí, y más que un profeta.

Él es aquél de quien está escrito: Yo envío a mi mensajero delante de ti para prepararte el camino.

Les aseguro que no ha nacido ningún hombre más grande que Juan, y sin embargo, el más pequeño en el Reino de Dios es más grande que él”.

Todo el pueblo que lo escuchaba, incluso los publicanos, reconocieron la justicia de Dios, recibiendo el bautismo de Juan. Pero los fariseos y los doctores de la Ley, al no hacerse bautizar por él, frustraron el designio de Dios para con ellos.


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS 

Dios nuestro, acepta los dones que recibimos de ti y ahora te presentamos; que esta ofrenda realizada en el tiempo presente, sea para nosotros anticipo de la salvación eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor. 

Antífona de comunión  Tit 2, 12-13 

Vivamos en la vida presente con sobriedad, justicia y piedad, mientras aguardamos la feliz esperanza y la manifestación de la gloria de nuestro gran Dios. 

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN 

Te pedimos, Padre, que fructifique en nosotros la celebración de los santos misterios con los que tú nos enseñas a amar y adherimos a los bienes eternos, mientras peregrinamos en medio de las realidades transitorias de esta vida. Por Jesucristo, nuestro Señor. 


  • Catedral 1063, local 503, Santiago

    Teléfonos: +56 2 3278 0733 - +56 2 3278 0734

    Desarrollado por Iglesia.cl