Departamento de Liturgia del Arzobispado de Santiago
 
 
 
Eucaristía del Sábado 18 de Marzo de 2023
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Sábado de la tercera semana de Cuaresma
Feria
Color: morado

Antífona de entrada             Sal 102, 2-3 

Bendice al Señor, alma mía, y nunca olvides sus beneficios. El perdona todas tus culpas. 

ORACIÓN COLECTA 

Señor y Dios nuestro, nos alegramos por la celebración anual de la Cuaresma, y te pedimos que, participando del misterio pascual, podamos gozar plenamente de sus frutos. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos. 


PRIMERA LECTURA

Quiero amor y no sacrificios.

Lectura de la profecía de Oseas     6, 1-6

“Vengan, volvamos al Señor: Él nos ha desgarrado, pero nos sanará; ha golpeado, pero vendará nuestras heridas.

Después de dos días nos hará revivir, al tercer día nos levantará, y viviremos en su presencia.  Esforcémonos por conocer al Señor: su aparición es cierta como la aurora.

Vendrá a nosotros como la lluvia, como la lluvia de primavera que riega la tierra”. ¿Qué haré contigo, Efraím? ¿Qué haré contigo, Judá?

Porque el amor de ustedes es como nube matinal, como el rocío que pronto se disipa.

Por eso los hice pedazos por medio de los profetas, los hice morir con las palabras de mi boca, y mi juicio surgirá como la luz.

Porque Yo quiero amor y no sacrificios, conocimiento de Dios más que holocaustos.

SALMO RESPONSORIAL   50, 3-4. 18-21ab

R/. El Señor quiere amor y no sacrificios.

¡Ten piedad de mí, Señor, por tu bondad, por tu gran compasión, borra mis faltas! ¡Lávame totalmente de mi culpa y purifícame de mi pecado! 

Los sacrificios no te satisfacen; si ofrezco un holocausto, no lo aceptas: mi sacrificio es un espíritu contrito, Tú no desprecias el corazón contrito y humillado.

Trata bien a Sión, Señor, por tu bondad; reconstruye los muros de Jerusalén. Entonces aceptarás los sacrificios rituales: las oblaciones y los holocaustos. 

VERSÍCULO ANTES DEL EVANGELIO     Cf. Sal 94, 8a. 7d

No endurezcan su corazón, sino escuchen la voz del Señor.

EVANGELIO

El publicano volvió a su casa justificado.

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas    18, 9-14

Refiriéndose a algunos que se tenían por justos y despreciaban a los demás, Jesús dijo esta parábola:

Dos hombres subieron al Templo para orar; uno era fariseo y el otro, publicano.  El fariseo, de pie, oraba así: “Dios mío, te doy gracias porque no soy como los demás hombres, que son ladrones, injustos y adúlteros; ni tampoco como ese publicano. Ayuno dos veces por semana y pago la décima parte de todas mis entradas”.

En cambio el publicano, manteniéndose a distancia, no se animaba siquiera a levantar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: “¡Dios mío, ten piedad de mí, que soy un pecador!”

Les aseguro que este último volvió a su casa justificado, pero no el primero. Porque todo el que se eleva será humillado, y el que se humilla será elevado.


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS 

Dios nuestro, purificados por tu gracia, nos acercamos a tus santos misterios; permítenos que, al celebrar esta Eucaristía que nos has dado, podamos rendirte una alabanza perfecta. Por Jesucristo, nuestro Señor. 

Antífona de comunión         Lc 18, 13

El publicano, manteniéndose a distancia, se golpeaba el pecho, diciendo: Dios mío, ten piedad de mí, que soy un pecador. 

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN 

Concédenos, Dios misericordioso, venerar con sincero respeto la santa Eucaristía que continuamente nos alimenta y recibirla siempre con profundo espíritu de fe. Por Jesucristo, nuestro Señor. 


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