Departamento de Liturgia del Arzobispado de Santiago
 
 
 
Eucaristía del Sábado 23 de Septiembre de 2023
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Sábado de la vigesimocuarta semana del tiempo ordinario
San Pío de Pietrelcina, presbítero
Memoria obligatoria 
Color: blanco

Nació en Italia en 1887. Fue sacerdote de la Orden de los Frailes Menores Capuchinos. En su Convento desarrolló tareas pastorales y su presencia fue edificante, tanto en su comunidad como en los ámbitos donde trabajó.

Vivió en plenitud la vocación de colaborar en la redención del hombre, mediante la dirección espiritual de los fieles, la reconciliación sacramental y la celebración de la Eucaristía, momento cumbre de su actividad apostólica.

Antífona de entrada             Cf. Sal 15, 5-6 

El Señor es mi herencia y mi cáliz; tú me entregas mi herencia.  

ORACIÓN COLECTA

Dios todopoderoso y eterno, que concediste al presbítero san Pío de Pietrelcina la gracia singular de participar en la cruz de tu Hijo y, por su ministerio, renovaste las maravillas de tu misericordia; concédenos, por su intercesión que lleguemos felizmente a la gloria de la resurrección, al ser asociados a los sufrimientos de Cristo. Que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos. 


PRIMERA LECTURA

Observa lo que está prescrito, manteniéndote sin mancha hasta la manifestación de nuestro Señor Jesucristo.

Lectura de la primera carta del Apóstol san Pablo a Timoteo    6, 13-16

Querido hijo:

Yo te ordeno delante de Dios, que da vida a todas las cosas, y delante de Cristo Jesús, que dio buen testimonio ante Poncio Pilato: observa lo que está prescrito, manteniéndote sin mancha e irreprensible hasta la Manifestación de nuestro Señor Jesucristo, Manifestación que hará aparecer a su debido tiempo el bienaventurado y único Soberano, el Rey de los reyes y Señor de los señores, el único que posee la inmortalidad y habita en una luz inaccesible, a quien ningún hombre vio ni puede ver.

¡A Él sea el honor y el poder para siempre! Amén.

SALMO RESPONSORIAL   99, 1b-5 

R/. ¡Lleguemos hasta el Señor cantando himnos de gozo!

Aclame al Señor toda la tierra, sirvan al Señor con alegría, lleguen hasta Él con cantos jubilosos. 

Reconozcan que el Señor es Dios: Él nos hizo y a Él pertenecemos; somos su pueblo y ovejas de su rebaño. 

Entren por sus puertas dando gracias, entren en sus atrios con himnos de alabanza, alaben al Señor y bendigan su Nombre. 

¡Qué bueno es el Señor! Su misericordia permanece para siempre, y su fidelidad por todas las generaciones. 

ACLAMACIÓN AL EVANGELIO   Cf. Lc 8, 15

Aleluya.

Felices los que retienen la Palabra de Dios con un corazón bien dispuesto y dan fruto gracias a su constancia. Aleluya.

EVANGELIO 

Lo que cayó en tierra fértil son los que retienen la palabra, y dan fruto gracias a su constancia

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas   8, 4-15

Como se reunía una gran multitud y acudía a Jesús gente de todas las ciudades, Él les dijo, valiéndose de una parábola: “El sembrador salió a sembrar su semilla. Al sembrar, una parte de la semilla cayó al borde del camino, donde fue pisoteada y se la comieron los pájaros del cielo. Otra parte cayó sobre las piedras y, al brotar, se secó por falta de humedad. Otra cayó entre las espinas, y éstas, brotando al mismo tiempo, la ahogaron. Otra parte cayó en tierra fértil, brotó y produjo fruto al ciento por uno”.

Y una vez que dijo esto, exclamó: “¡El que tenga oídos para oír, que oiga!”

Sus discípulos le preguntaron qué significaba esta parábola, y Jesús les dijo: “A ustedes se les ha concedido conocer los misterios del Reino de Dios; a los demás, en cambio, se les habla en parábolas, para que miren sin ver y oigan sin comprender.

La parábola quiere decir esto: La semilla es la Palabra de Dios. Los que están al borde del camino son los que escuchan, pero luego viene el diablo y arrebata la Palabra de sus corazones, para que no crean y se salven.

Los que están sobre las piedras son los que reciben la Palabra con alegría, apenas la oyen; pero no tienen raíces: creen por un tiempo, y en el momento de la tentación se vuelven atrás.

Lo que cayó entre espinas son los que escuchan, pero con las preocupaciones, las riquezas y los placeres de la vida, se van dejando ahogar poco a poco, y no llegan a madurar. Lo que cayó en tierra fértil son los que escuchan la Palabra con un corazón bien dispuesto, la retienen, y dan fruto gracias a su constancia”.


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS 

Dios misericordioso, que te dignaste hacer de san Pío de Pietrelcina una nueva creatura según tu imagen, despojándolo de su antigua condición, concédenos que, renovados también nosotros, podamos ofrecer un sacrificio agradable a ti. Por Jesucristo, nuestro Señor. 

Antífona de comunión         Cf. Mt 19, 27-29 

Yo les digo: Ustedes que lo dejaron todo y me siguieron, recibirán cien veces más, y poseerán la vida eterna.  

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN 

Por la eficacia de este sacramento te pedimos, Padre, que a ejemplo de san Pío de Pietrelcina, nos conduzcas siempre por el camino de tu amor y perfecciones hasta el día de Cristo Jesús la buena obra que has comenzado en nosotros. Él que vive y reina por los siglos de los siglos. 


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