Departamento de Liturgia del Arzobispado de Santiago
 
 
 
Eucaristía del Domingo 08 de Octubre de 2023
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Domingo vigesimoséptimo del tiempo ordinario
Salterio III
Color: verde

INTRODUCCIÓN

El Profeta Isaías compara a Israel con una viña a la cual Dios le había dado todo tipo de cuidados para que produjera buenos y hermosos frutos, pero Israel no ha correspondido a los cuidados del Señor. No ha dado frutos de bien, ha dado frutos de injusticia y violencia, ganando de esta manera un castigo. Jesús, partiendo de Isaías, ilumina la situación de su tiempo. Muchos del Pueblo de Israel son infieles, sordos a las palabras de los profetas de Dios, quieren sacar de en medio incluso al Hijo. Sobre Cristo, que ha sido descartado por Israel, será construida como un edificio Espiritual, la Iglesia, nuevo Pueblo de Dios que está destinada a dar frutos de Salvación. No se puede pertenecer al Pueblo de Dios sin acoger a Cristo en la propia vida, adhiriendo a Él con la obediencia de la fe que busca la voluntad del Señor. Ser cristiano significa estar incorporado a Cristo que es la vid de la cual extraemos la fuerza que nos permite dar fruto. El cristiano vive en Cristo y de Cristo, y justamente por esto está comprometido a dar frutos abundantes.

Antífona de entrada             Cf. Est 4, 17 

Señor, todo está bajo tu poder y nada puede resistir a tu voluntad. Tú hiciste el cielo y la tierra, y todo lo que está bajo el firmamento; tú eres el Señor del universo. 

Gloria

ORACIÓN COLECTA 

Dios todopoderoso y eterno, que con amor generoso sobrepasas los méritos y los deseos de los que te suplican, derrama sobre nosotros tu misericordia perdonando lo que inquieta nuestra conciencia y concediéndonos aun aquello que no nos atrevemos a pedir. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos. 


PRIMERA LECTURA

La viña del Señor de los ejércitos es la casa de Israel.

Lectura del libro de Isaías   5, 1-7

Voy a cantar en nombre de mi amigo el canto de mi amado a su viña. Mi amigo tenía una viña en una loma fértil. La cavó, la limpió de piedras y la plantó con cepas escogidas; edificó una torre en medio de ella y también excavó un lagar. Él esperaba que diera uvas, pero dio frutos agrios.

Y ahora, habitantes de Jerusalén y hombres de Judá, sean ustedes los jueces entre mi viña y yo. ¿Qué más se podía hacer por mi viña que yo no lo haya hecho? Si esperaba que diera uvas, ¿por qué dio frutos agrios?

Y ahora les haré conocer lo que haré con mi viña; quitaré su valla, y será destruida, derribaré su cerco y será pisoteada. La convertiré en una ruina, y no será podada ni escardada. Crecerán los abrojos y los cardos, y mandaré a las nubes que no derramen lluvia sobre ella.

Porque la viña del Señor de los ejércitos es la casa de Israel, y los hombres de Judá son su plantación predilecta. ¡Él esperó de ellos equidad, y hay efusión de sangre; esperó justicia, y hay gritos de angustia!

SALMO RESPONSORIAL  79, 9. 12-16. 19-20

R/. La viña del Señor es su pueblo.

Tú sacaste de Egipto una vid, expulsaste a los paganos y la plantaste; extendió sus sarmientos hasta el mar y sus retoños hasta el Río.

¿Por qué has derribado sus cercos para que puedan saquearla todos los que pasan? Los jabalíes del bosque la devastan y se la comen los animales del campo.

Vuélvete, Señor de los ejércitos, observa desde el cielo y mira: ven a visitar tu vid, la cepa que plantó tu mano, el retoño que Tú hiciste vigoroso.

Nunca nos apartaremos de ti: devuélvenos la vida e invocaremos tu Nombre. ¡Restáuranos, Señor de los ejércitos, que brille tu rostro y seremos salvados!

SEGUNDA LECTURA

Pongan esto en práctica, y el Dios de la paz estará con ustedes.

Lectura de la carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Filipos   4, 6-9

Hermanos:

No se angustien por nada, y en cualquier circunstancia, recurran a la oración y a la súplica, acompañadas de acción de gracias, para presentar sus peticiones a Dios. Entonces la paz de Dios, que supera todo lo que podemos pensar, tomará bajo su cuidado los corazones y los pensamientos de ustedes en Cristo Jesús.

En fin, mis hermanos, todo lo que es verdadero y noble, todo lo que es justo y puro, todo lo que es amable y digno de honra, todo lo que haya de virtuoso y merecedor de alabanza, debe ser el objeto de sus pensamientos.

Pongan en práctica lo que han aprendido y recibido, lo que han oído y visto en mí, y el Dios de la paz estará con ustedes.

ACLAMACIÓN AL EVANGELIO   Cf. Jn 15, 16

Aleluya

Yo los elegí del mundo, para que vayan y den fruto, y ese fruto sea duradero, dice el Señor. Aleluya.

EVANGELIO

Arrendará la viña a otros.

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo   21, 33-46

Jesús dijo a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo: Escuchen esta parábola: Un hombre poseía una tierra y allí plantó una viña, la cercó, cavó un lagar y construyó una torre de vigilancia. Después la arrendó a unos viñadores y se fue al extranjero.

Cuando llegó el tiempo de la vendimia, envió a sus servidores para percibir los frutos. Pero los viñadores se apoderaron de ellos, y a uno lo golpearon, a otro lo mataron y al tercero lo apedrearon. El propietario volvió a enviar a otros servidores, en mayor número que los primeros, pero los trataron de la misma manera.

Finalmente, les envió a su propio hijo, pensando: “Respetarán a mi hijo”. Pero, al verlo, los viñadores se dijeron: “Éste es el heredero: vamos a matarlo para quedarnos con su herencia”. Y apoderándose de él, lo arrojaron fuera de la viña y lo mataron.

Cuando vuelva el dueño, ¿qué les parece que hará con aquellos viñadores?

Le respondieron: Acabará con esos miserables y arrendará la viña a otros, que le entregarán el fruto a su debido tiempo.

Jesús agregó: ¿No han leído nunca en las Escrituras:

“La piedra que los constructores rechazaron ha llegado a ser la piedra angular: ésta es la obra del Señor, admirable a nuestros ojos?”

Por eso les digo que el Reino de Dios les será quitado a ustedes, para ser entregado a un pueblo que le hará producir sus frutos.

Los sumos sacerdotes y los fariseos, al oír estas parábolas, comprendieron que se refería a ellos. Entonces buscaron el modo de detenerlo, pero temían a la multitud, que lo consideraba un profeta.

Credo


ORACIÓN DE LOS FIELES

Elevemos, hermanos, nuestra plegaria al Señor con aquella confianza filial que el Espíritu Santo suscita en nuestros corazones.

Para que la Iglesia, mediante la santidad de sus fieles y el celo de sus ministros, anuncie a todos los hombres y realice en todos los pueblos la salvación de Dios, roguemos al Señor.

Para que el Señor ayude a los gobernantes, a fin de que se logre en todas las naciones la paz, el desarrollo, el progreso y la libertad religiosa, roguemos al Señor.

Para que las naciones que sufren a causa de las guerras vean alejarse de sus pueblos las crueldades, la violencia, la destrucción y las lágrimas, roguemos al Señor.

Para que el Señor ilumine los ojos de nuestro corazón, a fin de que sepamos descubrir la esperanza de gloria a la que nos ha llamado, roguemos al Señor.

Protege, Señor, con amor constante a tu Iglesia y no abandones la viña que tú mismo has plantado; cultívala con misericordia, enriquécela incesantemente con sarmientos vigorosos y haz que, injertados en Cristo, la verdadera cepa, todos demos frutos abundantes de vida eterna. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS 

Recibe, Señor, la oblación instituida por ti y, por estos sagrados misterios que celebramos, danos la gracia de tu redención. Por Jesucristo, nuestro Señor. 

Antífona de comunión         Lam 3, 25

El Señor es bondadoso con los que esperan en él, con aquellos que lo buscan. 

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN 

Dios todopoderoso, sácianos con el sacramento del Cuerpo y de la Sangre de tu Hijo, para que nos transformemos en aquello que hemos recibido. Por Jesucristo, nuestro Señor.


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