Departamento de Liturgia del Arzobispado de Santiago
 
 
 
Eucaristía del Miércoles 15 de Mayo de 2024
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Miércoles de la séptima semana de Pascua

Feria

Color: blanco

Antífona de entrada             Sal 46, 2 

Todos los pueblos aplaudan y aclamen al Señor con gritos de alegría. Aleluya. 

ORACIÓN COLECTA

Dios misericordioso, concede a tu Iglesia, congregada por el Espíritu Santo, servirte siempre de todo corazón y permanecer unida en un mismo amor. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos. 


PRIMERA LECTURA

Los encomiendo al Señor, que tiene poder para construir el edificio y darles la parte de la herencia.

Lectura de los Hechos de los Apóstoles    20, 28-38

Pablo decía a los presbíteros de la Iglesia de Éfeso:

“Velen por ustedes, y por todo el rebaño sobre el cual el Espíritu Santo los ha constituido guardianes para apacentar a la Iglesia de Dios, que Él adquirió al precio de su propia sangre. Yo sé que después de mi partida se introducirán entre ustedes lobos rapaces que no perdonarán al rebaño. Y aun de entre ustedes mismos, surgirán hombres que tratarán de arrastrar a los discípulos con doctrinas perniciosas.

Velen, entonces, y recuerden que durante tres años, de noche y de día, no he cesado de aconsejar con lágrimas a cada uno de ustedes.

Ahora los encomiendo al Señor y a la Palabra de su gracia, que tiene poder para construir el edificio y darles la parte de la herencia que les corresponde, con todos los que han sido santificados.

En cuanto a mí, no he deseado ni plata ni oro ni los bienes de nadie. Ustedes saben que con mis propias manos he atendido a mis necesidades y a las de mis compañeros. De todas las maneras posibles, les he mostrado que así, trabajando duramente, se debe ayudar a los débiles, y que es preciso recordar las palabras del Señor Jesús: "La felicidad está más en dar que en recibir".

Después de decirles esto, se arrodilló y oró junto a ellos. Todos se pusieron a llorar, abrazaron a Pablo y lo besaron afectuosamente, apenados sobre todo porque les había dicho que ya no volverían a verlo. Después lo acompañaron hasta el barco.

SALMO RESPONSORIAL      67, 29-30. 33-36c

R/. ¡Pueblos de la tierra, canten al Señor!

Tu Dios ha desplegado tu poder: ¡sé fuerte, Dios, Tú que has actuado por nosotros! A causa de tu Templo, que está en Jerusalén, los reyes te presentarán tributo.

¡Canten al Señor, reinos de la tierra, entonen un himno al Señor, al que cabalga por el cielo, por el cielo antiquísimo!

Él hace oír su voz poderosa, ¡reconozcan el poder del Señor! Su majestad brilla sobre Israel y su poder, sobre las nubes.

ACLAMACIÓN AL EVANGELIO    Cf. Jn 17, 17ba

Aleluya.

Tu palabra, Señor, es la Verdad; conságranos en la verdad. Aleluya.

EVANGELIO

Que sean uno, como nosotros.

+Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan    17, 1b. 11b-19

A la Hora de pasar de este mundo al Padre, Jesús levantó los ojos al cielo, y oró diciendo:

Padre santo, cuídalos en tu Nombre que me diste para que sean uno, como nosotros.

Mientras estaba con ellos, Yo los cuidaba en tu Nombre que me diste; los protegía y no se perdió ninguno de ellos, excepto el que debía perderse, para que se cumpliera la Escritura.  Pero ahora voy a ti, y digo esto estando en el mundo, para que mi gozo sea el de ellos y su gozo sea perfecto.

Yo les comuniqué tu palabra, y el mundo los odió porque ellos no son del mundo, como tampoco Yo soy del mundo. No te pido que los saques del mundo, sino que los preserves del Maligno.

Ellos no son del mundo, como tampoco Yo soy del mundo. Conságralos en la verdad: tu palabra es verdad.

Así como Tú me enviaste al mundo, Yo también los envío al mundo. Por ellos me consagro, para que también ellos sean consagrados en la verdad.


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS 

Recibe, Señor, la oblación instituida por ti y, por estos sagrados misterios que celebramos, danos la gracia de tu redención. Por Jesucristo, nuestro Señor. 

Antífona de comunión         Cf. Jn 15, 26-27 

Dice el Señor: cuando venga el Paráclito que yo les enviaré desde el Padre, el Espíritu de la verdad que proviene del Padre, él dará testimonio de mí. Y ustedes también darán testimonio de mí. Aleluya. 

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN 

Señor Dios, que la participación en estos divinos misterios aumente siempre tu gracia en nosotros y, al purificarnos con su eficacia, nos ayude a recibir cada vez mejor tan admirable don. Por Jesucristo, nuestro Señor. 


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