Departamento de Liturgia del Arzobispado de Santiago
 
 
 
Liturgia del Domingo 28 de Julio de 2024
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Domingo decimoséptimo del tiempo ordinario

Salterio I

Color: verde

INTRODUCCIÓN

Veinte panes de cebada y un poco de trigo, no bastan para alimentar una gran cantidad de personas. Pero, el profeta, hace confianza en la palabra del Señor. El pan será multiplicado y bastará para saciar una multitud. Lo mismo sucede con los apóstoles. Pero el milagro se realiza y una multitud es alimentada. Muchas veces se nos hace difícil saber acoger las iniciativas y los dones de Dios. Quizás, muchas veces, porque estamos encerrados en nuestros horizontes terrenos. Este milagro de la multiplicación de los panes, está relacionado con la promesa de Jesús de ofrecer su cuerpo y su sangre como bebida para la vida eterna.

San Pablo nos invita a comportarnos de manera digna, de acuerdo a nuestra vocación. Es decir, vivir en la unidad, en la unidad del cuerpo místico de Cristo que es la Iglesia. La Eucaristía se hace signo y lleva a cumplimiento la unidad de los que confiesan un solo Dios y Padre de todos. El milagro de los panes es la realidad de la Iglesia, que se multiplica

en la fidelidad a Dios.

Antífona de entrada Cf. Sal 67, 6-7. 36

Dios habita en su santa morada. Él congrega en su casa a los dispersos. El dará poder y fortaleza a su pueblo. 

Gloria

ORACIÓN COLECTA

Dios nuestro, protector de los que esperan en ti, fuera de quien nada tiene valor ni santidad; acrecienta sobre nosotros tu misericordia, para que, bajo tu guía providente, usemos los bienes pasajeros de tal modo que ya desde ahora podamos adherirnos a los eternos. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos. 

PRIMERA LECTURA

Comerán y sobrará.

Lectura del segundo libro de los Reyes 4, 42-44

En aquellos días:

Llegó un hombre de Baal Salisá, trayendo pan de los primeros frutos para el profeta Eliseo, veinte panes de cebada y grano recién cortado, en una alforja.

Eliseo dijo: Dáselo a la gente para que coman.

Pero su servidor respondió: ¿Cómo voy a servir esto a cien personas?

Dáselo a la gente para que coman, replicó él, porque así habla el Señor: "Comerán y sobrará".

El servidor se lo sirvió; todos comieron y sobró, conforme a la palabra del Señor.

SALMO RESPONSORIAL 144, 10-11. 15-18

R/Abres tu mano, Señor, y nos colmas con tus bienes.

Que todas tus obras te den gracias, Señor, y tus fieles te bendigan; que anuncien la gloria de tu reino y proclamen tu poder.

Los ojos de todos esperan en ti, y Tú les das la comida a su tiempo; abres tu mano y colmas de favores a todos los vivientes.

El Señor es justo en todos sus caminos y bondadoso en todas sus acciones; está cerca de aquellos que lo invocan, de aquellos que lo invocan de verdad.

SEGUNDA LECTURA

Un solo Cuerpo, un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo.

Lectura de la carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Éfeso   4, 1-6

Hermanos:

Yo, que estoy preso por el Señor, los exhorto a comportarse de una manera digna de la vocación que han recibido. Con mucha humildad, mansedumbre y paciencia, sopórtense mutuamente por amor. Traten de conservar la unidad del Espíritu, mediante el vínculo de la paz.

Hay un solo Cuerpo y un solo Espíritu, así como hay una misma esperanza, a la que ustedes han sido llamados, de acuerdo con la vocación recibida. Hay un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo. Hay un solo Dios y Padre de todos, que está sobre todos, lo penetra todo y está en todos.

ACLAMACIÓN AL EVANGELIO Lc 7, 16

Aleluya.

Un gran profeta ha aparecido en medio de nosotros y Dios ha visitado a su Pueblo. Aleluya.

EVANGELIO

Distribuyó a los que estaban sentados, dándoles todo lo que quisieron.

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan 6, 1-15

Jesús atravesó el mar de Galilea, llamado Tiberíades. Lo seguía una gran multitud, al ver los signos que hacía sanando a los enfermos. Jesús subió a la montaña y se sentó allí con sus discípulos. Se acercaba la Pascua, la fiesta de los judíos.

Al levantar los ojos, Jesús vio que una gran multitud acudía a Él y dijo a Felipe: ¿Dónde compraremos pan para darles de comer?

Él decía esto para ponerlo a prueba, porque sabía bien lo que iba a hacer.

Felipe le respondió: Doscientos denarios no bastarían para que cada uno pudiera comer un pedazo de pan.

Uno de sus discípulos, Andrés, el hermano de Simón Pedro, le dijo: Aquí hay un niño que tiene cinco panes de cebada y dos pescados, pero ¿qué es esto para tanta gente?

Jesús le respondió: Háganlos sentar.

Había mucho pasto en ese lugar. Todos se sentaron y eran unos cinco mil hombres. Jesús tomó los panes, dio gracias y los distribuyó a los que estaban sentados. Lo mismo hizo con los pescados, dándoles todo lo que quisieron.

Cuando todos quedaron satisfechos, Jesús dijo a sus discípulos: Recojan los pedazos que sobran, para que no se pierda nada.

Los recogieron y llenaron doce canastas con los pedazos que sobraron de los cinco panes de cebada.

Al ver el signo que Jesús acababa de hacer, la gente decía:

Éste es, verdaderamente, el Profeta que debe venir al mundo.

Jesús, sabiendo que querían apoderarse de Él para hacerlo rey, se retiró otra vez solo a la montaña.

Credo


Oración de los fieles

Pidamos, hermanos, el auxilio del Espíritu Santo, para que inspire nuestras oraciones y ruegue con nosotros por las necesidades del mundo:

Para los que empiezan a conocer a Cristo y desean la gracia del bautismo y para los que preparan el bautismo de sus hijos, pidamos el favor de Dios todopoderoso.

Para nuestra ciudad, para todos los que habitan en ella, y para todos los pueblos y naciones, pidamos al Señor paz y prosperidad abundantes.

Para los que persiguen a la Iglesia y para los pecadores que viven intranquilos, pidamos la luz del Espíritu y la gracia de la conversión.

Por los que estamos aquí reunidos y por aquellos por los que queremos rezar, pidamos al Señor que nos guarde a todos en la fe y nos reúna en el reino de su Hijo.

Señor, Dios todopoderoso, que cada domingo nos invitas a participar del pan vivo bajado del cielo, escucha nuestras oraciones y haz que, en el amor de Cristo, compartamos nuestro pan terreno, para que quede satisfecha toda hambre, tanto del cuerpo como del espíritu. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS 

Acepta, Padre, estos dones recibidos de tu generosidad, y, por la acción poderosa de tu gracia, haz que estos sagrados misterios santifiquen nuestra vida presente y nos conduzcan a los gozos eternos. Por Jesucristo, nuestro Señor. 

Antífona de comunión         Sal 102, 2 

Bendice al Señor, alma mía, y nunca olvides sus beneficios. 

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN 

Te pedimos, Padre, que alimentados con este sacramento divino, memorial perpetuo de la Pasión de tu Hijo, este don de su amor inefable nos conduzca a la salvación. Por Jesucristo, nuestro Señor. 


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