Departamento de Liturgia del Arzobispado de Santiago
 
 
 
Eucaristía del Viernes 14 de Junio de 2024
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Viernes de la décima semana del tiempo ordinario

Por los enfermos 

Propuesta celebrativa

Color: verde

Antífona de entrada             Sal 6, 3-4 

Ten piedad de mí, Señor, porque me faltan las fuerzas; sáname, porque mis huesos se estremecen, y mi alma está atormentada. 

ORACIÓN COLECTA

Dios nuestro, que quisiste que tu Hijo unigénito llevara sobre sí nuestras debilidades para manifestar el valor de la enfermedad soportada pacientemente, escucha nuestros ruegos por nuestros hermanos enfermos y cuantos sufren el dolor, la aflicción o la enfermedad; concédeles la gracia de sentirse elegidos entre aquellos que Cristo proclamó bienaventurados, y saber que están unidos a su Pasión para la salvación del mundo. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos. 


PRIMERA LECTURA

Quédate de pie en la montaña, delante del Señor.

Lectura del primer libro de los Reyes    19, 8-9. 11-16

Elías caminó durante cuarenta días y cuarenta noches hasta la montaña de Dios, el Horeb. Allí entró en la gruta y pasó la noche.

El Señor le dijo: “Sal y quédate de pie en la montaña, delante del Señor”. Y en ese momento el Señor pasaba. Sopló un viento huracanado que partía las montañas y resquebrajaba las rocas delante del Señor. Pero el Señor no estaba en el viento. Después del viento, hubo un terremoto. Pero el Señor no estaba en el terremoto. Después del terremoto, se encendió un fuego. Pero el Señor no estaba en el fuego. Después del fuego, se oyó el rumor de una brisa suave. Al oírla, Elías se cubrió el rostro con su manto, salió y se quedó de pie a la entrada de la gruta.

Entonces le llegó una voz, que decía: “¿Qué haces aquí, Elías?”

El respondió: “Me consumo de celo por el Señor, el Dios de los ejércitos, porque los israelitas abandonaron tu alianza, derribaron tus altares y mataron a tus profetas con la espada. He quedado yo solo y tratan de quitarme la vida”.

El Señor le dijo: “Vuelve por el mismo camino, hacia el desierto de Damasco. Cuando llegues, ungirás a Jazael como rey de Arám. A Jehú, hijo de Nimsí, lo ungirás rey de Israel, y a Eliseo, hijo de Safat, de Abel Mejolá, lo ungirás profeta en lugar de ti”.

SALMO RESPONSORIAL     26, 7-9c. 13-14

R/. ¡Yo busco tu rostro, Señor!

¡Escucha, Señor, yo te invoco en alta voz, apiádate de mí y respóndeme! Mi corazón sabe que dijiste: “Busquen mi rostro”.

Yo busco tu rostro, Señor, no lo apartes de mí. No alejes con ira a tu servidor, Tú, que eres mi ayuda.

Yo creo que contemplaré la bondad del Señor en la tierra de los vivientes. Espera en el Señor y sé fuerte; ten valor y espera en el Señor.

ACLAMACIÓN AL EVANGELIO    Flp 2, 15d. 16a

Aleluya.

Brillen como rayos de luz en el mundo, mostrando la Palabra de Vida. Aleluya.

EVANGELIO

El que mira a una mujer deseándola ya cometió adulterio

+ Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo    5, 27-32

Jesús dijo a sus discípulos:

Ustedes han oído que se dijo: “No cometerás adulterio”. Pero Yo les digo: El que mira a una mujer deseándola ya cometió adulterio con ella en su corazón.

Si tu ojo derecho es para ti una ocasión de pecado, arráncalo y arrójalo lejos de ti: es preferible que se pierda uno solo de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea arrojado al infierno. Y si tu mano derecha es para ti una ocasión de pecado, córtala y arrójala lejos de ti: es preferible que se pierda uno solo de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea arrojado al infierno.

También se dijo: “El que se divorcia de su mujer debe darle una declaración de divorcio”. Pero Yo les digo: El que se divorcia de su mujer, excepto en caso de unión ilegal, la expone a cometer adulterio; y el que se casa con una mujer abandonada por su marido comete adulterio.


ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS 

Dios providente, en tus manos está nuestra vida; recibe los ruegos y oblaciones que te ofrecemos, implorando tu misericordia por nuestros hermanos enfermos, para que mejore su salud y podamos alegrarnos con ellos. Por Jesucristo, nuestro Señor. 

Antífona de comunión         Col 1, 24 

Completo en mi carne lo que falta a los padecimientos de Cristo, para bien de su cuerpo, que es la Iglesia. 

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN 

Dios nuestro, tú eres el auxilio en la debilidad humana; ayuda con tu poder a tus hijos enfermos para que, aliviados por tu misericordia, puedan volver a participar, en tu Iglesia, de la asamblea de los fieles. Por Jesucristo, nuestro Señor. 


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