I. PREPARÉMONOS PARA EL ENCUENTRO CON EL SEÑOR: 

Oración Inicial:

Iniciamos el encuentro con el Señor, orando con el Salmo 41

Antífona

R/. ¿Cuándo entraré a ver el rostro de Dios?

Como se busca la cierva corrientes de agua, así mi alma te busca a ti, Dios mío; tiene sed de Dios, del Dios vivo: ¿cuándo entraré a ver el rostro de Dios?

Las lágrimas son mi pan noche y día, mientras todo el día me repiten: “¿Dónde está tu Dios?”

Recuerdo otros tiempos, y mi alma desfallece de tristeza: cómo marchaba a la cabeza del grupo, hacia la casa de Dios, entre cantos de júbilo y alabanza, en el bullicio de la fiesta.

¿Por qué te acongojas, alma mía, por qué te me turbas? Espera en Dios, que volverás a alabarlo: “Salid de mi rostro, Dios mío.”

Cuando mi alma se acongoja, te recuerdo, desde el Jordán y el Hermón y el Monte Menor.

Una sima grita a otra sima con voz de cascadas: tus torrentes y tus olas me han arrollado.

De día el Señor me hará misericordia, de noche cantaré la alabanza del Dios de mi vida.

Diré a Dios: Roca mía, ¿por qué me olvidas? ¿Por qué voy andando sombrío, hostigado por mi enemigo?

Se me rompen los huesos por las burlas del adversario; todo el día me preguntan: “¿Dónde está tu Dios?”

¿Por qué te acongojas, alma mía, por qué te me turbas? Espera en Dios, que volverás a alabarlo: “Salud de mi rostro, Dios mío”.

Invocación al Espíritu Santo

Crea en mí, oh Dios, un corazón puro, 

renueva en mi interior un espíritu firme.

Dios quiere el sacrificio de un espíritu contrito, 

un corazón contrito y humillado, oh Dios, no lo desprecias. 

II. OREMOS CON LA PALABRA DE DIOS:

LECTURA (Lectio): ¿Qué dice la Palabra? Jesús expresa ante los fariseos que  la verdadera pureza nace en el interior del corazón de los hombres.

Texto bíblico: Mc 7, 1-8. 14-5. 21-3

MEDITACIÓN (Meditatio): ¿Qué me dice la Palabra? ¿Nos damos un tiempo para mirar al interior de nuestros corazones? ¿Brotan nuestros actos de fe del corazón, o se limitan al mero cumplimientos de normas?

ORACIÓN (Oratio): ¿Qué le digo a Dios con esta Palabra? Oremos para que nuestra fe en Jesús y su palabra aumenten, y que este crecimiento se manifieste en nuestras acciones cotidianas.

CONTEMPLACIÓN (Contemplatio): Gusta a Dios internamente en tu corazón. 

Visualicemos nuestras acciones y confrontémoslas con la invitación del Señor: “Bienaventurados los limpios de corazón porque ellos verán a Dios”.

III. PROFUNDICEMOS CON LOS PADRES DE LA IGLESIA